La multinacional pesquera viguesa Pescapuerta recoge los frutos de un esfuerzo inversor tras el que ha incorporado un almacén logístico en Santander, un buque fresquero para el Atlántico suroccidental y una estrategia comercial dirigida a asegurar al máximo una materia prima escasa. La compañía fue la tercera de las grandes del sector que más elevó su cifra de negocio en 2017, en el que cosechó un alza superior al 13%. Solo Iberconsa -con la consolidación de Pesquera Santa Cruz- y Fandicosta experimentaron avances superiores. Pescapuerta facturó 214,85 millones de euros, como anticipó FARO el pasado abril, y su objetivo es perseverar en un negocio cada vez más competitivo y global. Fuentes del grupo constataron a este periódico la intención de "sondear" oportunidades para crecer en Marruecos, Senegal o Mauritania. "Todavía está verde, lo estamos valorando". El pasado ejercicio comercializó más de 67.000 toneladas de productos; fue la cuarta industria por ingresos de España tras Nueva Pescanova, Iberconsa y Grupo Profand.

"Queremos buscar acuerdos en origen, tanto a través de licencias de pesca como para la comercialización exclusiva", añaden las mismas fuentes, siempre con la vista puesta en la "diferenciación" del producto de cara al consumidor final. "Tratamos de fidelizar a nuestros proveedores y aportar nuestro know how" en materia extractiva. La expansión en origen es ahora una tónica entre los principales operadores del mercado nacional, y de ella han prosperado operaciones de crecimiento orgánico e inorgánico en Sudáfrica, Namibia, Perú, Argentina o Marruecos. Los expertos en la industria de transformación pesquera prevén una continuidad en este aspecto. "Controlar la materia prima siempre permite depender menos de terceros, pero en el caso de la pesca se incorpora el factor decisivo de la escasez de producto, la volatilidad de las capturas y la amenaza asiática", valoran.

"Hemos procurado consolidar las nuevas líneas de productos asentadas en acuerdos comerciales con productores en origen, iniciadas el año anterior, en particular con Marruecos -pulpo y cefalópodos-, India -langostino vannamei- y Chile -mejillón-", indicaron también desde Pescapuerta al portal especializado Alimarket. El pescado es el buque insignia del grupo (67% de las ventas), con fuerte presencia del marisco (25%) y los elaborados y precocinados. "Los volúmenes, el tipo de producto y los precios de mercado" son los factores que inciden en el negocio, y Pescapuerta aspira a repetir con ellos el éxito del pasado ejercicio.

Crecimiento

Al almacén de Santander ha destinado en torno a un millón de euros, y operará de forma "similar" al que dispone en Sevilla. Cuenta con un "sistema de estanterías de paletización convencional y picking dinámico para almacenar hasta 310 palets y más de 300 referencias". La pesquera también cuenta con centros logísticos en Valladolid y Vigo, que dan servicio a 15 delegaciones comerciales en España.

A nivel de estructura Pescapuerta decidió segregar la pasada primavera su negocio de comercialización al por menor en favor de Elmar Frozen Food SL, una sociedad de nueva creación. De este modo la sociedad matriz ha retenido las tareas relacionadas con la gestión y administración del grupo, incluida la de la nueva filial, así como del resto de subsidiarias. Elmar Frozen Food arrancó con un activo de 28,3 millones de euros y está íntegramente participada por Pescapuerta, una de las pocas firmas del sector en las que la familia fundadora mantiene el control y presidida por Jose Puerta Prado desde hace 12 años. La venta directa al cliente se ha repartido también entre las filiales Loligo Seafood (cefalópodos), Fortitude Fishing (merluza, rape y otros productos de Namibia), Pescapuerta Trade (mejillón de Chile y productos de Marruecos) y Royal Bengal (vannamei de India).