La relación nunca ha sido cordial y Pescanova SA (vieja Pescanova) y Nueva Pescanova ya se han visto las caras varias veces en un juzgado. La de hoy, en el Mercantil 1 de Pontevedra, quiere ser la definitiva. Los socios de la vieja sociedad (la que está imputada en la Audiencia Nacional) han llevado a juicio la ampliación de capital del grupo pesquero, que en abril de 2017 canjeó deuda por títulos en 135 millones de euros. Esa operación, en la que la vieja Pescanova descartó participar, diluyó el peso de esta última en el capital; tenía un 20% de la compañía, ahora solo un 1,65%.

El trozo de pastel es cuantioso teniendo en cuenta que bancos accionistas ya han ofrecido Nueva Pescanova por 800 millones de euros, como avanzó FARO, así que la opción de revertir la ampliación de capital podría ayudar a los minoritarios a rebajar las enormes pérdidas sufridas por su inversión. Tras el auto de apertura de juicio oral por el Caso Pescanova, que también anticipó este periódico en exclusiva, las acciones de la SA acumulan una depreciación superior al 30%. No en vano, y solo en multas, el juez José de la Mata le ha reclamado una fianza de más de 340 millones de euros.