Las mejoras prometidas en pensiones no afectan a la mayoría de gallegos

Con la opción casi descartada de que las pensiones se anoten incrementos similares a los del IPC, las posibilidades de subidas superiores al 0,25% quedan restringidas para pequeños grupos. Es el caso de las viudas con prestaciones más reducidas y de los pensionistas que perciban lo mínimo fijado por ley, aunque en ambos casos estas medidas no entrarán en vigor hasta que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado y, en todo caso, solo tendrán efecto en 314.282 de las 760.523 pensiones existentes en la comunidad: un 41,3% del total. Menos de la mitad.

Solo tres de cada diez viudas gallegas se beneficiarán de la prometida mejora en sus prestaciones. La medida, con la que se pretende elevar su pensión desde el 52% de la base reguladora hasta el 53% con efecto retroactivo desde el 1 de enero para, a partir de 2019, llevarlos hasta el 60%, se aplica solo sobre las viudas que reciben la pensión mínima (56.722 de un total de 187.121 perceptores de este tipo de pensión).

La medida supondría una mejora de en torno a un 15,4% en estas prestaciones, pero la letra pequeña deja al margen a un buen número de viudas gallegas con pagas mínimas. La razón es que aquellas que perciban garantías de mínimos verán cómo su renta permanece estancada, a que los euros que pasa a cobrar de más por la pensión son restados de la garantía de mínimos.De hecho, los 1.381 millones de euros que tendrán que afrontar de manera adicional las maltrechas arcas de la Seguridad Social se verán compensadas con un descenso de 493,7 millones de euros en las aportaciones del Estado en concepto de garantía de mínimos.

El plan del ministerio de Empleo para mejorar las pensiones de viudedad ya cerró el proceso de tramitación pública con sus líneas maestras -aunque estas pueden sufrir modificaciones durante el trámite parlamentario-, una situación que contrasta con la falta de concreción de las promesas de mejora para los pensionistas con peores prestaciones y de rebaja fiscal para los mayores de 80 años. El presidente del Gobierno abrió ayer la puerta a que las pensiones de cuantía más reducida sí puedan subir en línea con el IPC. "Me parece razonable", respondió Mariano Rajoy a la propuesta de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas. A falta de concretar dónde se establecerá el umbral de ingresos para beneficiarse de esta mejora, la medida se antoja restringida para un reducido grupo de personas. En el caso de que se apliquen sobre aquellos que perciben el mínimo fijado por ley -de 739,4 euros para un jubilado de más de 65 años con un cónyuge a cargo o 639,3 euros sin cónyuge-, la medida beneficiaría a un 31,4% de los retirados gallegos: 239.259 de los 760.831 pensionistas gallegos recibe la paga mínima.

El IRPF

La falta de detalles que rodea a la posible mejora entre los pensionistas con rentas más bajas se traslada también al anuncio de recorte fiscal a los pensionistas "de edad más avanzada" que avanzó el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, en lo que fue interpretado como un mensaje para calmar la revolución de los retirados tras la oleada de manifestaciones.

La medida se dirigiría, en un principio, a aquellas pensiones que reciben los mayores de 80 años de edad -en Galiciason 257.560, y suponen un 33,8% del total- y se articularía a través de un sistema de cheques fiscales que se aplicará a todos los pensionistas independientemente de si son jubilados o de si pagan o no IRPF. La razón de esto último se encuentra en que, en el caso de que la medida se articulase a traves de una simple deducción fiscal, esta solo beneficiaría al 37,2% de pensionistas gallegos que sí pagan el impuesto sobre la renta, dejando de lado a los casi 500.000 que están exentos actualmente. El cheque fiscal sería similar al que ya beneficia a familias numerosas o con hijos dependientes a su cargo, que se puso en marcha en el año 2015 y que incluye una ayuda de 100 euros al mes.

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