La firma tudense Utingal comienza la fabricación de piezas para el avión militar de la brasileña Embraer, el KC-390. La producción de al menos cuatro aviones a lo largo de 2018 aumentará la carga de trabajo de la empresa especializada en utillaje para la aeronáutica y el sector del automóvil. Por otro lado, la empresa tiene como objetivo buscar nuevos contratos en el mercado internacional y aspira a participar en la construcción de la lanzadera europea Ariane 6.

Según explica el responsable de la empresa, Jesús López, la firma se adjudicó "hace tiempo" un paquete de piezas para el avión militar de Embraer, entre ellas las llamadas pieles, palabra empleada en la aeronáutica para referirse a las estructuras de fibra de carbono de los alerones.

Precisamente en Portugal es donde se instalará la próxima planta de Utingal, tal y como adelantó FARO. El objetivo de la firma es construir en Valença do Minho un factoría para el mecanizado de las piezas aeronáuticas tras haber saturado los 4.000 metros cuadrados de los que disponen en Tui. En ese país está instalada la propia Embraer, donde está creando una red de proveedores.

La firma también aspira a lograr piezas de la nueva lanzadera Ariane 6, de la Agencia Espacial Europea (ESA). El vuelo inaugural está previsto para el año 2020 y se construirán dos versiones, el Ariane 62 y el Ariane 64.

Por otro lado, Utingal trabaja para Airbus, gigante europeo que recientemente confirmó el mayor contrato de la historia de la aviación comercial: 430 aviones vendidos al fondo de inversión estadounidense especializado en los transportes Indigo Partners, cuyo valor de catálogo ronda los 42.000 millones de euros (unos 50.266 millones de dólares). Precisamente tanto Airbus como Embraer admitieron contactos para una posible fusión de ambas firmas.