La automoción es un "sector estratégico" para Portugal y su desarrollo será capital para que el norte del país, deprimido en comparación con la economía del área de Lisboa, logre sus objetivos de cohesión y desarrollo. Además de la batería de medidas de las cámaras municipales para atraer financiación extranjera (exenciones fiscales o rebajas en el precio del suelo), el Gobierno central ha colocado a la industria del motor en las posiciones de salida para el reparto de los 25.000 millones de euros comunitarios que recibirá hasta 2020. Solo en el norte del país ha concedido ayudas por 107 millones de euros entre más de una veintena de empresas de componentes, según el último balance público del Ejecutivo de António Costa. Faurecia, Eurocast Aveiro y Continental han sido hasta la fecha las principales beneficiarias.
La línea presupuestaria habilitada para el reparto de estas subvenciones es el "programa operacional de la competitividad y la internacionalización". La filial lusa de Faurecia logró un 67% de cofinanciación con cargo a Europa para tres proyectos distintos: 14 millones para su estrategia de innovación a 2017, otros 2,14 millones para el desarrollo de nuevas estructuras metálicas y 435.000 euros para la "mejora de la calidad en el empleo y la movilidad laboral". Sus factorías son proveedoras de asientos, tecnologías de control de emisiones y sistemas de interior para los principales constructores (PSA, Volkswagen, Renault-Nissan o Mercedes). El año pasado inauguró su segunda unidad productiva en Braga con 400 trabajadores.
Los fondos comunitarios cofinanciaron también la nueva factoría de Eurocast en Aveiro (ya tenía una en Viana do Castelo), inaugurada el pasado mes de mayo, con 14,5 millones. La empresa está integrada en la compañía francesa GMD y se dedica a la fundición de piezas de aluminio a alta presión. Otra firma perteneciente al grupo GMD y beneficiaria de las ayudas de Portugal es Eurostyle, agraciada con algo más de seis millones de euros. Desembarcó en el Alto Minho hace menos de un año en una parcela de 17.000 metros cuadrados y con pedidos por 25 millones de euros; antes de fin de año habrá duplicado su centro, especializado en la inyección de piezas plásticas para componentes de interior (paneles de puerta, planchas de a bordo). Gestamp, Preh, Coficab, Lear Corporation (propietaria de las antiguas fábricas de asientos de Antolín en Galicia y Portugal), la propia Antolín o Borgwarner son otras de las que percibieron cofinanciación de fondos europeos.
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En mayo del año pasado la japonesa Howa Tramico Automtive elegía el norte luso para entrar en la península con una inversión inicial de doce millones; en la relación de ayudas elaborada por el Gobierno de Lisboa figura la "unidade industrial de Howa Portugal" como beneficiaria de 1,3 millones de euros. La propia compañía compañía confirmó que había estudiado Vigo como posible ubicación para este centro. Dispone de 5.000 metros cuadrados para una segunda unidad fabril en el futuro. En Galicia, el último fabricante de componentes que se instaló fue Snop Estampación en Nigrán en 2012 (para el lanzamiento del proyecto M3-M4).
