No tiene rival en el mundo. Ni siquiera la potencia china, alimento de un gigante de casi 1.400 millones de habitantes, hace sombra a Galicia en la explotación y elaboración de pizarra natural. Y es la demanda internacional por el mercado residencial y la obra civil la que ha vuelto a dar oxígeno a la industria después de dos años de caídas. Las exportaciones gallegas de pizarra alcanzaron los 187 millones de euros el año pasado (más de 196 millones si se añade la piedra en bruto, sin elaborar), su mejor registro en ocho años gracias al tirón de Reino Unido. Solo desde 2010 el archipiélago británico ha duplicado su demanda de este producto y se ha erigido como segundo mercado después del francés. El segmento residencial, según fuentes del sector, ha sido la clave para revertir las caídas en las ventas y alejar la amenaza de que China pueda liderar la industria global.
Porque el alza de las exportaciones asiáticas había sido meteórico. En 2005, de acuerdo al balance del departamento de comercio exterior de la ONU, China había exportado pizarra elaborada por valor de 40,8 millones de euros. Una década después habían pasado a 152,3 millones, un incremento del 270%. Pero el año pasado perdió fuelle por primera vez desde que existen registros históricos disponibles, que arrancan en 1992. Su retroceso, sumado al avance de la pizarra gallega, ha vuelto a ensanchar la horquilla en favor de las exportaciones locales. De cada 100 toneladas de pizarra natural que se consumen en el mundo, cuarenta salen de alguna de las pizarreras de Galicia.
La mayor cantera a cielo abierto del mundo de esta roca ornamental, en San Pedro de Trones (León), está explotada por Cupa Group. La compañía ha trasladado su sede corporativa a Vigo, en las antiguas instalaciones de Ramilo. El potencial de la industria en el mercado exterior propició el año pasado la compra de la compañía por parte del fondo norteamericano Carlyle Group, que permitió a la firma solventar un elevado apalancamiento. Es la provincia de Ourense, eso sí, la que tiene un protagonismo casi hegemónico: nueve de cada diez euros que genera el sector en Galicia parten de esta provincia, de acuerdo al último informe Ardán, editado por Zona Franca de Vigo. Son 24 las empresas que conforman este sector en Ourense.
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Los retos
Pero, al igual que sucede con el granito, desde la industria asumen que su futuro pasará por ofrecer productos con mayor valor añadido que puedan "responder a la creciente demanda de edificaciones sostenibles y eficientes". Las ventas de pizarra ya elaborada (más cara y que deja más trabajo e ingresos) en el extranjero crecieron el año pasado, pero aumentó más la venta de roca sin transformar. "El objetivo pasa por ofrecer todas las soluciones, sin dejar que otras empresas puedan nutrirse de nuestra materia prima para ocupar mercado". Las exportaciones de pizarra elaborada se elevaron algo más de un 2% en 2016 (los ingresos del Cupa Pizarras crecieron el doble), pero las de piedra bruta lo hicieron por encima del 12%. En el primer caso el mercado exterior dista mucho de los niveles precrisis, cuando la pizarra gallega llegó a exportar productos por valor de más de 242 millones de euros. La roca en bruto, por contra, se vende ahora más que nunca.
Tras Francia y Reino Unido los principales mercados de la industria son Alemania, Bélgica, Canadá y Estados Unidos. El país revelación, con un alza del 30% en un año, ha sido Australia.
