La asamblea de trabajadores de Nueva Pescanova ratificó ayer la suspensión de la huelga indefinida, anunciada el viernes por los sindicatos CIG, UGT, CUT y USO a raíz de la mediación de Inspección de traballo en el conflicto laboral. "Estamos mejor que en la última reunión gracias a las huelgas y las medidas de presión. Esta tiene que ser una asamblea festiva y optimista", destacó Xosé Fernández Piñeiro, de la CIG, ante un auditorio al completo. Los asistentes destacaron la "ilusión" y la "unidad" como un factor que jugará a su favor no solo durante el proceso de mediación con la empresa, sino para negociar el convenio cuando termine el trabajo de arbitraje de José María Casas de Ron. "Tenemos que jugar con la paciencia aquí y en los centros de trabajo".

En opinión de las organizaciones sindicales la consecución de un convenio que satisfaga a los empleados llegará después de un proceso "largo". "El 1 de abril no va a terminar esto", ilustró Ricardo Castro (CUT). Ese día culminará la mediación de Traballo, que arranca el miércoles 29 por la tarde. "Ahí solo acabará el desbloqueo, después tendremos que plasmar lo que se vaya a acordar en los convenios para cada centro de trabajo". "Va para largo" fue una de las consignas que más se repitió. Para las centrales sindicales la intervención de la Xunta (fue quien solicitó la mediación) fue un "éxito" que no se habría alcanzado de no haberse producido las dos jornadas de huelga (14 y 21 de marzo) y los piquetes del fin de semana en la factoría de Chapela. Ayer las ETT ya pudieron entrar con normalidad en la antigua Frivipesca para completar la producción de la plantilla, principalmente de surimi.

Otro calendario

En paralelo a la suspensión de la huelga indefinida la empresa tuvo que retirar la amenaza de imponer el convenio de elaborados si no se sellaba un acuerdo a medianoche del sábado. La cesión por ambas partes y la intención de evitar un "desgaste" en el ánimo y las nóminas de los empleados suavizó ayer el discurso del comité. "Si el 1 no llegamos a un acuerdo fijaremos un calendario progresivo de movilizaciones", propuso Piñeiro. Nada de huelga indefinida ("no todos se lo pueden permitir", interpretaban algunas trabajadoras entre el público), pero sí jornadas de paro dos días al mes. "Tenemos que tener mucha ilusión, estamos peleando con una multinacional", dijo Luis Bar, detenido en la segunda jornada de huelga tras una trifulca con la Policía. La asamblea acabó con un aplauso a su comité, que reivindicó su "unidad".