Vigo tiene la mayor multinacional pesquera de España (Pescanova), es un referente mundial en descarga de pesca congelada, concentra el mayor volumen de actividad de la industria transformadora de la UE (con Iberconsa, Pescapuerta, Mascato, Atunlo o Profand) y acoge la segunda mayor feria mundial del sector (Conxemar), por detrás de la Seafood de Bruselas. Pero, hasta la fecha, nadie había cuantificado huella económica y social de esta actividad en comparación a otras ciudades del continente. La Comisión Europea, en un informe elaborado por técnicos de Capgemini Consulting y Ramboll Management, acaba de despejar la incógnita. Vigo, con 2.321 empleos directos, otros 4.273 de la industria auxiliar y 2.508 en el procesado de pescado, es la urbe europea donde la pesca tiene un mayor peso social y económico. Y, si a los 980 millones que genera la actividad extractiva se le aplica el efecto multiplicador estimado en el estudio (3,55), el volumen total de negocio asciende a cerca de 3.500 millones al año.
El resto de ciudades y regiones están muy lejos de Vigo. La siguiente en el informe es Sète (Francia), con 266 millones generados por la actividad extractiva, mientras que Killybegs (250 millones) ocupa el tercer lugar. Eso sí, más del 12% de los ingresos totales de este pequeño pueblo irlandés procedían de todo el espectro de actividades auxiliares que rodean a la pesca. Para este estudio los autores se basaron en otros ya existentes y en trabajo de campo, como indicaron desde la consultora a FARO, y la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la UE (DG Mare) fue la encargada de seleccionar los países, regiones y ciudades a analizar. Este informe es, a juicio de uno de sus promotores, una "fase piloto" que sí sirve para "actualizar la información de la dependencia socioeconómica" de la pesca.
El factor multiplicador
Haz clic para ampliar el gráfico
En cada ciudad se detalla el peso específico no solo de la pesca extractiva en empleo (marineros a bordo), sino el que se genera en la descarga, subasta, transporte, comercialización, confección de redes o transformación del pescado. "Si la industria pesquera desapareciese de Vigo -dice el estudio- se perderían 2.321 empleos a tiempo completo", frente a los 2.055 de la siguiente urbe analizada, Sète. A estos empleos hay que añadir los 2.508 de la industria transformadora y 4.273 de empleo auxiliar, que incluye actividades como la compraventa, transporte, reparación naval o metalúrgica. En toda Galicia, que también es líder a nivel europeo (en comparación con departamentos, länder o provincias), el empleo en pesca extractiva y acuicultura marina es de 22.680 personas, a las que hay que sumar otras 10.542 en el procesado, de acuerdo a este documento.
La región que más se aproxima es la de Sicilia, cuya industria pesquera emplea a 18.135 personas, de las que casi el 60% trabaja a bordo de pequeños barcos. En Vigo la situación es completamente diferente ya que, aun teniendo una importante flota de litoral, altura y larga distancia, tiene más peso la industria que se genera en torno al sector primario. En Sicilia el procesado de pescado es casi residual y emplea a 1.450 personas, y la industria auxiliar se ciñe únicamente al comercio, servicios portuarios, venta y transporte (5.985 personas), sin generar valor añadido y, por tanto, sin el gran factor multiplicador del caso vigués.
Los autores dan por bueno el siguiente cálculo para el conjunto del Estado. Por cada marinero o trabajador de acuicultura, otras 2,8 personas están empleadas en actividades auxiliares de todo tipo: construcción naval, confección de redes, aprovisionamiento de los barcos, formación (estas son las upstream, necesarias para que el barco salga del puerto), subasta, almacenaje, transporte, procesado y marketing (downstream, para vender la mercancía y obtener rendimiento económico de la misma). La relevancia de la industria de transformación hace que el factor multiplicador del empleo en Vigo sea muy elevado. A nivel socioeconómico, por cada euro que genera el sector primario (extractivo) se derivan a la economía otros 3,55. La importancia de este sector se deja notar también en Irlanda donde, por cada millón que lograse elevar sus ventas en actividades acuícolas, podría crear 3,7 empleos en otras auxiliares. Noruega, con las mayores salmoneras del mundo, es una gran exponente de esta realidad: por cada empleado de una granja acuícola, otras 3,5 personas trabajan indirectamente para la industria.
Entre la desgana por enrolarse de los jóvenes y la economía familiar del sector
- En la pequeña población de Cullivoe, en las islas Shetland (Escocia), los autores del estudio realizaron entrevistas de campo y constataron que los hijos de los marineros no quieren seguir sus pasos porque aspiran a mejorar el nivel adquisitivo de sus padres. Y eso que "son profesionales cualificados" para dirigir buques de gran dimensión. Pero las familias "no están involucradas" en el sector.En Killybegs la mayor parte de la mano de obra en la pesca es masculina pero son las mujeres las que se encargan de labores administrativas. En cuanto al análisis realizado para España el informe destaca el escaso nivel formativo de la tripulación de los pesqueros, tanto para el caso de A Guarda, Cambados y Vigo. Entre los guardeses, dice, hay una "gran implicación familiar" en las actividades derivadas de la pesca extractiva, y en Cambados "las mujeres e hijas se dedican habitualmente a la industria de transformación, marketing o la venta del pescado en las plazas locales". También ocurre entre los vigueses, ya que "la participación de al menos un miembro de la familia" en la industria es habitual, sobre todo en la industria de transformación. El 17% de las esposas de marineros ha trabajado o trabaja en esta última actividad.
El marisqueo de a pie, copado en un 90% por mujeres y muy envejecido
- En el informe se detallan también actividades pesqueras de concellos como Cambados, A Guarda o Portonovo a fin de recoger el impacto socioeconómico de la pesca de litoral o el marisqueo. "Es una actividad muy tradicional y, a menudo, los profesionales continúan extrayendo el marisco como hace décadas", expone el estudio de la DG Mare. "La gente de este sector aprendió el oficio de sus familiares" y, continúa, "no se espera que cambie en el futuro". El estudio llama la atención de la dureza de esta actividad a nivel físico, razón por la que "ha dejado de suscitar el interés de la gente joven" para incorporarse a él.Es un problema que se encuentra "especialmente en Galicia", donde solo dos de cada cien mariscadoras tienen menos de treinta años. Para los autores del estudio esta situación se agrava con la dificultad para acceder a nuevas licencias. Mientras que en Holanda o Andalucía el marisqueo ocupa principalmente a hombres, en Galicia es una actividad principalmente asociada a las mujeres. El 90% de las mariscadoras de a pie son féminas, mientras que el que se realiza a bordo de pequeños pesqueros del litoral está copado por hombres.
