La batalla por la nueva gigafactoría que el fabricante norteamericano de automóviles y baterías eléctricas Tesla Motors quiere construir en Europa está servida. La firma que dirige Elon Musk confirmó la semana pasada que seleccionará su emplazamiento en 2017, lo que ha acelerado la presentación de ofertas por parte de varios países comunitarios, entre ellos España, Portugal, Francia, Países Bajos y algunos estados de Europa del Este, según fuentes del sector consultadas por FARO. La Península, por la mayor cantidad de horas de sol que garantiza al año, se colocaría entre los destinos preferentes para recibir esta nueva inversión si la corporación estadounidense quiere replicar la planta fotovoltaica que ha instalado en el tejado de su otra megaplanta en construcción en Sparks, Nevada.

Por ahora, la decisión no está tomada. Esta nueva instalación fabricará tanto modelos eléctricos de Tesla como baterías de ion-litio. La firma norteamericana cuenta en la actualidad con un pequeño centro de ensamblaje en Tilburg (Países Bajos) en el que se montan las unidades del Tesla Model S que comercializa en el Viejo Continente con los componentes y piezas que envía desde Estados Unidos (EE UU), fabricadas en la planta principal de la marca, la de Freemont (California), donde está la sede de Tesla.

La nueva megaplanta europea ayudará a la compañía pilotada por Musk a cumplir con sus objetivos de alcanzar los 500.000 coches producidos al año (en la actualidad su producción ronda las 80.000 unidades al año) y llegar a un mercado cada vez mayor. Con este mismo propósito, Tesla cerró la compra este mes de noviembre de la firma alemana Grohmann Engineering, una ingeniería especializada en el diseño de maquinaria dedicada al montaje y ensamblaje automáticos, para mejorar sus capacidades de producción y poder abastecer la gran demanda que está generando el Tesla Model 3.

El interés por la gigafactoría de Tesla en Europa va en aumento. Por ahora no se conocen cifras de inversión, pero a la de Sparks se han destinado algo más de 5.000 millones de dólares, con la previsión de generar 6.500 empleos directos y otros 11.000 indirectos, según recogen varios medios de comunicación norteamericanos. España y Portugal ya habrían presentado oferta por el macroproyecto , con la baza de que son los dos países europeos que mayor horas de sol garantizan al año, un elemento clave si Tesla quiere replicar el modelo de techo solar de su planta de Nevada.

El Tesla Model 3, el coche eléctrico para las masas

En el caso de España, se desconoce por ahora qué comunidad o regiones participan en la oferta. La Comunidad Valenciana encabezó hace unos meses una iniciativa lanzada por un grupo de ingenieros -con el respaldo posterior de la Generalitat- para acoger una posible fábrica de Tesla, argumentando que esta región era un enclave estratégico por la existencia de un gran puerto mediterráneo y de un tejido industrial del automóvil consolidado alrededor de la planta de Almussafes de otra multinacional norteamericana, Ford.

Desde Galicia, la Xunta manifestó en su día que el Gobierno gallego está interesado en cualquier posible inversión siempre que haya una oportunidad. Como avanzó este periódico, la única gestión en este sentido habría sido el encargo a KPMG, una de las entidades colaboradoras de la Xunta para captar nuevas inversiones, de realizar un seguimiento del proyecto a través del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) por si surge una oportunidad real.

Por ahora, la compañía californiana ha apostado por Barcelona para establecer su sede social en España y Portugal como Tesla Spain, al frente de la que figura Marc Jesús Cerda, que se unió a la compañía en 2013.

Portugal tampoco se quiere quedar atrás. El nuevo clúster del automóvil portugués (Mobinov) y el Gobierno luso habrían movido ficha para atraer a Tesla. De hecho, ya ha habido contactos entre el secretario de Estado Adjunto y del Medio Ambiente, José Mendes, con representantes de la firma estadounidense. Los lobbies lusos llevan varios años tratando de atraer a un nuevo fabricante de automóviles para el país, y han visto oportunidad en la compañía de Palo Alto.

Lisboa esgrime como principales argumentos para atraer nuevas fábricas los costes salariales en la región, literalmente un 50% inferiores a los de la media del sector en España; el índice de absentismo laboral, también un tercio inferior al español, y los precios low-cost del terreno, con promociones incluso a 1 euro el metro cuadrado en función de la inversión y del número de puestos de trabajo que se vayan a crear. También alude a sus ventas logísticas y a la presencia de un ecosistema de proveedores consolidado.

En Europa, según JATO Dynamics, proveedor de información para el análisis de las tendencias del mercado, Tesla vendió 11.775 coches en Europa en los primeros nueve meses del presente año; por modelos, el Tesla Model S (9.827) se impuso al Model X (1.902) en lo que a ventas se refiere.