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Formega solicita el preconcurso y deja los cursos a medias

Falta de financiación

Formega solicita el preconcurso y deja los cursos a medias

Los centros de la patronal metalúrgica Asime han perdido tres concursos en los últimos meses

Víctor es uno de los diez alumnos que había iniciado el 13 de junio un curso de montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas en el polígono vigués de Valadares. El pasado viernes, explica, "se nos comunicó" que la empresa que impartía la formación "se encontraba ante un ERE de extinción", y que "procedían a la suspensión" de un módulo que tenía que haber durado 998 horas. El centro pertenece a la Fundación Galega para o Metal (Formega), en cuyo patronato estuvieron los sindicatos CC OO y UGT, pero en el que a día de hoy solo permanecía la patronal metalúrgica Asime. Formega ha solicitado el preconcurso de acreedores tras más de dos años en "situación crítica". El último curso al que aspiraban, por 700.000 euros y centrado en fabricación mecánica, se adjudicó a la competencia. Fuentes próximas a esta entidad aseguran que sus esperanzas de poder salvarla son "casi nulas". "Haría falta un milagro".

La entrada de Formega en preconcurso ha supuesto el cierre de los centros que tenía operativos en Galicia: dos en Vigo (Valadares y Cabral) y uno en Ferrol. Sus 18 trabajadores están sometidos a un ERE de extinción, según los alumnos, aunque desde la empresa solo apuntaron que han comenzado la "tramitación" de un expediente regulatorio. Este miércoles representantes de Formega y la Consellería de Economía, que ejerce un protectorado sobre la fundación, se reúnen en Santiago para analizar si es posible salvar un proyecto que los impulsores califican de "magnífico". "Es una desgracia para todos porque la formación se necesita imperiosamente, pero vamos con nulas esperanzas de que haya un acuerdo".

Los diez alumnos afectados en el centro de Valadares -está especializado en automoción, mientras que el de Cabral se centraba en formación para la industria naval- remitieron ayer un escrito a la consellería que dirige Francisco Conde para poner en su conocimiento los perjuicios que les ha causado la abrupta suspensión del curso. Los afectados explican en el texto, al que ha tenido acceso FARO, que la asistencia era obligatoria y "acreditable" mediante controles de captura de huellas y firmas, lo que provocó que "muchos hayamos tenido que rechazar algunas ofertas de trabajo o incluso la asistencia a otros certificados para cumplir con las exigencias demandadas para el curso".

El reclamo de los afectados

Los alumnos arremeten además contra las "formas" de los responsables de Formega, a los que acusan de no haberles dado explicaciones por el cese de la formación y de haber rechazado su petición de recibir un documento que acreditase las horas que ya habían cursado en el centro. En todo caso, la prioridad para ellos es de que se "acuerde a la mayor brevedad" la continuidad del módulo de instalaciones eléctricas. "Los fondos adjudicados por la Consellería no han sido utilizados", condenan. Los niveles de inserción de los programas de Formega han sido notables, de acuerdo a las mismas fuentes del entorno de la fundación, que lamentan que se hayan adjudicado programas de formación a empresas "con menor experiencia" en el sector metalúrgico.

De hecho, y según pudo saber este periódico, Formega ha presentado un recurso en Madrid contra la adjudicación del programa de fabricación mecánica, aún pendiente de resolución. "Galicia, y el sector del metal en particular, necesita imperiosamente formación específica", zanjan desde la industria.

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