El presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, visitará hoy la planta de la multinacional automovilística francesa en Madrid y participará en un acto organizado por la sección de Motor del rotativo El Mundo, en el que recibirá un premio por su labor en la salida de la crisis de PSA, como avanzó este periódico. Este ingeniero de origen portugués acudirá mañana a la planta de Balaídos, donde está la cabecera de polo industrial ibérico del consorcio galo, que continúa pendiente de la posible adjudicación de un segundo lanzamiento que despejaría su futuro a medio y largo plazo.

PSA-Villaverde, al igual que antes el centro de Vigo, se encuentra en pleno proceso de reducción de costes y mejora de la competitividad para optar a un relevo del actual C4 Cactus de Citroën. En su anterior visita a la planta madrileña, Tavares había sido bastante taxativo en cuanto a los deberes que debería afrontar esta factoría -dirigida por Óscar Fernández Puente- si quería garantizar su continuidad.

En Galicia, fuentes del sector confían en que en la visita de mañana Tavares traiga bajo el brazo la confirmación de un nuevo proyecto industrial para PSA-Vigo que ayude a mantener su estructura. El patrón mantendrá una reunión de trabajo con la dirección de la planta y con el comité de empresa, como avanzó FARO. El lanzamiento al que opta Balaídos permitiría volver a superar la barrera de los 500.000 coches al año -como en 2007- y elevar sus ratios de rentabilidad por el efecto de economía de escala.

No obstante, en la adjudicación del nuevo proyecto podría influir el resultado del nuevo plan social que el Grupo PSA empezó a negociar la semana pasada con sus sindicatos en Francia. El anterior, que expira este año, garantizaba lanzamientos en todos sus centros, inversión en I+D y una producción en Francia de un millón de coches al año. La empresa confía en alcanzar un acuerdo antes del 22 de junio.