La planta de Porriño del grupo Gestamp (Gestamp Vigo) se ha caído de la puja por un nuevo contrato para Ford que permitiría reforzar su actividad ya en el segundo semestre del año. La corporación vasca ha decidido adjudicar el proyecto a otra de sus factorías en la Península al no haber entregado a tiempo el centro gallego una oferta lo suficientemente competitiva. La dirección de Gestamp Vigo informó de la pérdida hace unos días al pleno del comité de empresa, al que instó a presentar un plan de competitividad "alternativo" con la mayor brevedad que permita a la planta competir y atar otros pedidos por los que compite, tras el rechazo de la plantilla al acuerdo alcanzado a finales de noviembre con la mayoría sindical de la CIG.
Ese primer plan de competitividad, que incluía nuevas medidas de flexibilidad laboral (de carácter voluntario) y ajustes en materia económica (congelación salarial durante dos años, una nueva escala salarial transitoria, etc.), buscaba colocar a la planta del polígono de As Gándaras como favorita en la pelea por dos contratos de Ford y Nissan, que supondrían una facturación adicional de 28 millones y la creación de 75 puestos de empleo, como avanzó este periódico. Los pedidos permitirían además convertir Gestamp Vigo en una planta multimarca (reduciendo la dependencia de la factoría de Balaídos de PSA Peugeot Citroën) especializada en la fabricación de ejes, producto en el que la corporación vasca pretende ser líder mundial.
La dirección de Porriño ya había trasladado hace unas semanas su preocupación por la "incertidumbre" que generaba el rechazo de la mayoría de la plantilla al plan de competitividad (136 trabajadores votaron en contra, por 101 a favor). "Lamento trasladaros mi profunda preocupación por haber perdido la gran oportunidad de obtener esos nuevos proyectos y dotar de futuro a la planta de seguridad en el futuro", había reconocido el director del centro, Fernando Aramburu, a través de un comunicado a la plantilla. Esa preocupación se ha traducido finalmente en la pérdida efectiva de uno de los dos proyectos en juego, el de Ford, previsto ya para septiembre de este año, según informó la empresa a los representantes de los trabajadores esta semana.
Ante esta situación, Gestamp Vigo ha instado a los miembros del comité a que presenten un nuevo plan de competitividad "alternativo" que permita al centro adjudicarse el contrato de Nissan, programado para principios de 2017, y otro proyecto posterior también para Ford, según ha podido saber FARO. Los responsables del centro explicaron que el margen de tiempo de que disponen para presentar las nuevas ofertas es muy corto, y que se corre el riesgo de perder también los otros proyectos. Si se da esta situación, Gestamp Vigo tendría que esperar a 2018 para que entrase nueva carga de trabajo (varias referencias para el proyecto K9 de PSA-Vigo), lo que obligaría a mantener fórmulas como el expediente de regulación de empleo temporal para ajustarse a las necesidades de la demanda.
Esta planta llegó a emplear a cerca de medio millar de trabajadores (461 en 2007, según el Ardán) y hoy roza los 300 tras varios procesos de reestructuración para adaptarse a la caída de los pedidos de su principal cliente (PSA-Vigo), en parte por la llegada de nuevos competidores en el segmento de componentes de estampación como Benteler y Snop.
