El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroën ha vuelto al terreno de la rentabilidad. La multinacional dejó atrás las pérdidas por primera vez desde 2011 al finalizar el primer semestre con un beneficio neto de 720 millones de euros, frente a los números rojos de 42 millones de un año antes. La contención de costes propiciada por el plan Back in the Race, sumada a la subida de las ventas en los mercados europeos y en China y a un entorno económico favorable a la exportación (por la caída del precio de las materias primas y la depreciación del euro), han impulsado la recuperación del segundo fabricante de vehículos europeo. Su patrón, Carlos Tavares, no dudó en calificar de "muy positivos" los resultados semestrales, aunque se mostró prudente con respecto a la evolución del conjunto del año por el "incierto contexto internacional". El ejecutivo luso aprovechó la presentación de las cuentas ayer en París para negar un posible cese de la actividad de la planta madrileña de Villaverde. "Es pura especulación", afirmó.

La facturación del consorcio en los seis primeros meses del año fue de 28.904 millones de euros, lo que representa una subida del 6,9% en comparación con la cifra de negocio contabilizada en el mismo período del año previo. La corporación logró un beneficio operativo de 1.082 millones entre enero y junio de este ejercicio, lo que supone multiplicar por 3,7 la cifra de 288 millones de euros contabilizada en los mismos meses de 2014. La división financiera Banque PSA Finance logró un beneficio operativo de 294 millones de euros hasta junio, con un crecimiento del 70%, mientras que el fabricante de componentes para automóviles Faurecia ganó 424 millones de euros, un 36,3% más. PSA prevé que la demanda de automóviles crezca un 6% en Europa y un 3% en China en 2015. En este entorno, la empresa espera lograr un free cash flow de unos 2.000 millones de euros entre 2015 y 2017, así como un margen operativo del 2% para 2018.

La mejora de los resultados de PSA tuvo su reacción en bolsa, con una subida de la cotización del 6,04%, hasta los 18,86 euros la acción. Tanto Tavares como el director financiero del grupo, Jean-Baptiste de Chatillon, valoraron los datos pero expresaron cautela sobre cómo evolucionará la empresa en el segundo semestre del año. "Hemos logrado volver a la senda de la rentabilidad antes de lo esperado", indicó De Chatillon. "Pero seguimos siendo cautos porque en este primer semestre nos hemos beneficiado de unas condiciones favorables y unos efectos estacionales positivos", afirmó. "Somos conscientes de que nos enfrentamos a vientos en contra en la segunda mitad del año", apuntó.

Uno de esos "vientos en contra" podría ser China, donde el mercado está lanzando síntomas de estancamiento, afectado por la crisis bursátil y por un cambio en las preferencias de los consumidores, que ahora anteponen las marcas chinas a las extranjeras. Aun así, el grupo espera seguir incrementando sus ventas un 3%. A mayores, tanto PSA como su principal socio chino, Dongfeng Motor Co. (DFM), presentarán este jueves un plan de ahorro de costes para sus actividades conjuntas en el país.

Por otra parte, y a preguntas de los analistas, Tavares descartó un hipotécnico cierre de la actividad en Villaverde, como publicó un medio digital español que citaba fuentes próximas al Ministerio de Industria. "Esa información es falsa, es pura especulación", remarcó. De hecho, parte del crecimiento de ventas de la marca Citroën este año ha sido gracias al C4 Cactus que se fabrica en la planta madrileña. Tavares también se mostró partidario de ampliar las alianzas en materia de desarrollo de las tecnologías híbridas enchufables (plug-in), sin caer en la dependencia "de los demás".