La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb, conocida también como el banco malo) se ha desvinculado del programa de refinanciación de Grupo San José. El organismo que preside Jaime Echegoyen ha vendido el pasivo que mantenía en el grupo constructor con sede en Pontevedra, como confirmaron ayer fuentes de la Sareb a FARO, por lo que no participará en la emisión de warrants (obligaciones a futuro y, en este caso, convertibles en acciones si no se pagan en 2019) de 100 millones de euros programada por la compañía. Según las mismas fuentes, el banco malo ha vendido su deuda a Bank of America, que afianza así su posición como acreedor de San José y que adquirirá más de la mitad de las obligaciones.

Según la documentación remitida por la firma que preside Jacinto Rey -que logró esquivar el concurso gracias a un pacto con los acreedores-, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria iba a adquirir warrants por un importe de 6,936 millones de euros. La Sareb había votado en contra del contrato de deuda del grupo pontevedrés, pero el Mercantil aprobó el acuerdo y obligó tanto a esta sociedad como a KutxaBank -también había rechazado el programa- a suscribir las obligaciones.

Con la desvinculación de la Sareb del grupo constructor los acreedores que sí adquirirán los warrants serán Bank of America (casi 54 millones de euros), Banco Popular (25,1 millones), Deutsche Bank (10,468 millones), Barclays Bank (10,037 millones) y KutxaBank (251.142 euros). Según lo estipulado en el contrato, este grupo de acreedores se quedará con el 35% del grupo gallego si éste no es capaz de reembolsar los 100 millones de euros en 2019. En virtud del acuerdo de rescate de la constructora, los acreedores se quedaron ya con la división inmobiliaria de la compañía, compuesta por activos valorados en más de 1.400 millones de euros (sobre todo en suelo, promociones terminadas y edificios destinados al alquiler).