Portugal tiene cada vez más peso en el conjunto de la industria gallega del automóvil. En los últimos tres años, la importación de componentes del país vecino por parte de empresas gallegas ha crecido el 32,7%, hasta 186,6 millones de euros. Es más, del ranking de mercados abastecedores de piezas para este sector, el portugués es el único que logró elevar sus ventas a Galicia desde el estallido de la crisis, al contrario que otros más tradicionales del automóvil como Francia. El país galo continúa siendo (y por mucha diferencia) el mayor mercado de origen por el trasiego de motores y transmisiones para la planta de PSA Peugeot Citroën, pero Portugal se ha colocado como el segundo origen de las importaciones, desplazando a Alemania.

La razón del éxito de Portugal en plena crisis es la necesidad de las industrias gallegas de automoción, desde el fabricante a los proveedores de primer y segundo nivel, de ajustar costes para mejorar su competitividad. Contribuyó además el hecho de que la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën haya acogido el lanzamiento en exclusiva de dos sedanes para mercados emergentes, lo que ha obligado a extremar las reducciones de costes para poder ofrecer precios asequibles a los clientes. En este sentido, PSA cuenta con alrededor de una treintena de proveedores directos instalados en la zona norte del país.

Hasta el estallido de la crisis, el ranking de países suministradores de componentes y piezas para automoción eran Francia, Alemania y Portugal. Francia se mantuvo el año pasado en el primer puesto, con 1.161 millones de euros (por sus vínculos directos con PSA), pero Portugal ocupó ya la segunda posición, con 186,6 millones de euros, por encima de Alemania, con 109,1 millones de euros. A continuación siguieron Polonia, con 41,7 millones; la República Checa, con 32, y Rumanía, con 30,6 millones.

La industria portuguesa del motor está compuesta por ciento ochenta empresas, con un volumen de ventas de 7.416 millones de euros en 2011 (crecieron un 12,9% respecto al año anterior) y un volumen de empleo de 40.400 trabajadores, según los datos que maneja la Associação de Fabricantes para a Indústria Automóvel (AFIA). La disponibilidad de suelo industrial asequible y una mano de obra barata han permitido a Portugal captar mayor inversión extranjera vinculada a la industria del automóvil desde 2006 que a Galicia.

Una de las empresas que más ha apostado por Portugal recientemente ha sido el grupo francés Faurecia. Éste ha centralizado en São João da Madeira casi toda su producción de armaduras de asientos para Europa, con tres plantas en esta localidad lusa. El proveedor decidió en 2005 sacrificar una planta en Francia, la de Beaugency, para concentrar el grueso de la actividad entre São João da Madeira y Magny-Vernois (también en Francia, donde realiza actividades de innovación y desarrollo). La factoría lusa genera un importante volumen de trabajo del que se benefician algunos proveedores gallegos, pero ha arrebatado cuota de mercado a otros como Viza.