La industria del automóvil tiene una cita hoy en París. El Gobierno de François Hollande dará a conocer esta mañana su plan de ayudas al sector coincidiendo con la presentación de resultados semestrales de PSA Peugeot Citroën, que concretará también los detalles de su plan de reestructuración, que supondrá el cierre de una planta cerca de París (Aulnay-sous-Bois) y la supresión de 6.500 puestos de empleo.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, prometió un "apoyo masivo" para los vehículos "innovadores y limpios", en línea con la estrategia de un sector que intenta mantener en Francia los puestos que generan mayor valor añadido. Estas ayudas a vehículos eléctricos e híbridos se completarán con exenciones fiscales a la actividad de innovación y desarrollo, según prevén los analistas del sector. El Elíseo pretende con el plan suavizar el plan de recortes de PSA, que desató una tormenta política.

El grupo cerrará el primer semestre con pérdidas por la caída de las ventas en Europa, lo que le ha llevado a preparar un plan de reestructuración industrial. El patrón de PSA, Philippe Varin, se ha comprometido a reindustrializar la factoría de Aulnay (que echará el cierre en 2014) y a negociar el recorte de empleo. Otra de las plantas en entredicho es la de SevelNord, en la que se están negociando medidas de flexibilidad laboral para acoger el lanzamiento del proyecto K-zéro, al que también opta Vigo.