Ajenos a un "conflicto empresarial" que, según aseguran, afecta de lejos a su vida cotidiana, los gallegos residentes en Argentina asumen con naturalidad que algunos medios del país consideren "de chiste" la airada reacción española contra la nacionalización de YPF, hasta ahora filial de Repsol.

De hecho, sienten indiferencia ante titulares como el que encabezaba estos días una de las informaciones del diario argentino "Página 12", próximo al Gobierno de Kirchner, que calificaba la posición del Ejecutivo español de "chiste de gallegos" –equivalente de los chistes de Lepe en España–. Del mismo modo, tampoco prestan oídos a quienes desde Europa defienden que el "castigo" a Repsol encierra un ataque a los intereses de todo un país.

"No se trata de una cuestión patriótica", afirma José María Vila Alén, presidente del Centro de Galicia en Buenos Aires, quien asegura que el "vínculo fraternal" entre argentinos y españoles "es tan hondo que nada puede acabar con él".

Vila Alén agrega que la comunidad gallega, "plenamente integrada ya en el país", no ha visto alterada su convivencia en los últimos días a cuenta de la polémica nacionalización, puesto que "la vida cotidiana y los conflictos empresariales caminan por carriles diferentes", apunta.

En todo caso, el presidente de la colectividad gallega en Buenos Aires confía en que las aguas vuelvan a su cauce, la situación "pueda conducirse por la vía diplomática e institucional" y la "escalada verbal" entre España y Argentina se detenga pronto, ya que "es incómoda para todos".

Francisco Lores, presidente de la Federación de Asociaciones Gallegas en la República Argentina, afirma, por su parte, que la gente en la calle "no le da pelota" al enfrentamiento hispanoargentino. "Aquí la gente aprecia a los españoles; esto no hay que llevarlo a una confrontación nacional", señala.

Lores, en cambio, se atreve a tomar partido. "El corte a Repsol no ha sido caprichoso, sino necesario", afirma, al dictado de su vena argentina, que estos días late contra una "multinacional" que "nos dejó sin petróleo".