Un informe pericial de informática forense presentado por la defensa de Manuel Jove y Antonio de la Morena sostiene que Fernando Martín y la nueva cúpula directiva de Martinsa Fadesa conocían el valor y el estado de los activos de la inmobiliaria gallega ya en 2007. El actual dueño de la compañía acusa a los anteriores gestores de ocultar dicha información y asegura que no tuvo acceso a ella hasta 2010, después de que el juez la reclamase. Dos peritos calígrafos, sin embargo, trataron de rebatir ayer esa acusación. En su análisis explicaron que las fichas de los activos utilizadas en el informe de Tasamadrid €realizado en junio de 2007 por encargo de Martinsa para la adquisición de la inmobiliaria€ eran prácticamente iguales a las que Fadesa suministró a Richard Ellis para la última valoración que se realizó antes de la fusión. Esos documentos "sólo se pudieron hacer con el soporte informático de las fichas presentadas en 2006", afirmaron.

La prueba pericial la presentó la defensa de Manuel Jove en la tercera jornada del juicio que se celebra en el juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña para resolver la demanda presentada por Martinsa contra los anteriores gestores, a los que acusa de sobrevalorar al menos 37 activos de la compañía antes de su venta. Por el desfase en la valoración reclaman una indemnización de 1.576 millones.

Tanto el actual director general de la inmobiliaria, Antonio Gil, como el director jurídico de Martinsa Fadesa hasta 2010, Javier Lacleta, declararon el lunes que pidieron en varias ocasiones la información sobre los activos a los empleados de la compañía que acababa de adquirir Martinsa para la realización de auditorías y que no pudieron disponer en su momento de los datos porque, según informaron, las fichas con la documentación de los terrenos no estaban en ninguna base de datos.

El informe que presentaron ayer las peritos Mónica González y Divina Pastor concluye que las fichas que la nueva dirección de Fadesa entregó a Tasamadrid en 2007 y las que utilizaron los antiguos gestores para la última valoración "no solo tienen la misma maquetación, expresiones y lenguaje, sino también las incorrecciones en las abreviaturas, fallos de puntuación, interlineados y espacios entre caracteres". Por eso afirman que las fichas de 2007 "solo se pudieron hacer usando como soporte informático las de 2006". La defensa del empresario coruñés quiere demostrar con esta prueba que la nueva dirección conocía el valor de los activos ya en 2007 y que las fichas estaban a disposición de los empleados.

Este mismo argumento lo defendieron los seis testigos que presentó la parte demandada en la tercera jornada del juicio. En un intento de demostrar que Jove y De la Morena no participaban en la valoración de los activos, exempleados de Martinsa Fadesa explicaron que el proceso de recabar información sobre los terrenos era rutinario y en él intervenían los gestores de suelo o los delegados territoriales, quienes actualizaban cada seis meses los datos para su posterior entrega a Richard Ellis. Fernando Rodríguez, delegado de Andalucía Oriental hasta 2008, y Jaume González-Milá, director de Cataluña y Baleares hasta la misma fecha, también afirmaron que los gestores de suelo se reunían con tasadores de Richard Ellis para visitar los activos in situ.

La información de los suelos "estaba archivada en la red de las delegaciones y era accesible", aseguró Rodríguez. Las fichas se remitían semestralmente a la secretaria de dirección, Verónica Pérez, que era el contacto con la auditora. "Teníamos la instrucción de facilitar los datos que nos pedían y siempre lo hicimos", subrayó el director de zona de Cataluña y Baleares por aquel entonces. La propia secretaria admitió ayer ante el juez que usaba una plantilla sobre la que "ponía los datos actualizados" de cada semestre antes de pasarla a la tasadora.