El mandatario celebró los últimos datos laborales, que muestran un ligero descenso en la tasa de desempleo en el país en contra de las previsiones de los analistas. El Departamento de Trabajo informó hoy que el desempleo quedó situado en el 9,4 por ciento en julio, por debajo del 9,5 por ciento de junio.

Aun así, afirmó que queda mucho trabajo por hacer e insistió en que no habrá una "verdadera recuperación" hasta que no deje de aumentar el empleo. Prometió, además, que no descansará hasta que "cada estadounidense que busca trabajo pueda encontrarlo".

El mandatario aseguró en unas breves declaraciones en la Casa Blanca que el país avanza finalmente "en la dirección correcta". "Tenemos que subir una montaña muy empinada y empezamos en un valle muy hondo", dijo Obama quien aprovechó la oportunidad para defender el plan de recuperación económica de 787.000 millones de dólares aprobado por su partido.

El citado plan, dijo, tiene tres grandes líneas de actuación, al facilitar por un lado el alivio fiscal, ayudar a los estadounidenses que se han quedado desempleados e impulsar las inversiones en infraestructuras, energías renovables y otros sectores.

Insistió, por lo demás, en la necesidad de poner fin al "status quo" que hizo que el país se adentrara en la actual crisis, propiciada en parte, dijo, por unos beneficios corporativos inflados.

Los datos divulgados hoy por el Departamento de Trabajo respaldan la teoría de un número creciente de economistas que señalan que la crisis está tocando fondo y pronostican que el país podría volver a crecer este trimestre.

La Reserva Federal (Fed), a su vez, señaló recientemente que hay señales de estabilización en distintas regiones del país. Aun así, la asesora económica de la Casa Blanca, Christina Romer, alertó ayer de que aun cuando el Producto Interior Bruto (PIB) comience a crecer todavía será necesario algún tiempo para que el empleo repunte.

De hecho, tanto la Fed como la Casa Blanca creen que el desempleo llegará este año al 10 por ciento y algunos vaticinan que incluso hasta el 10,6 por ciento en el 2010, próximo al máximo de 10,8 posterior a la II Guerra Mundial alcanzado en 1982.