La aeronáutica levanta el vuelo en Galicia. La comunidad gallega contará a finales del próximo trimestre con un panel de proveedores que pujará por contratos en industrias aeronáuticas de primer nivel como ITP y Aernnova, subcontratistas directas de Boeing, Airbus y Bombardier. Un año y dos meses después de la puesta en marcha del consorcio aeronáutico gallego, en el que participan 55 compañías procedentes de los sectores del metal y la automoción lideradas por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (ASIME) y la Consellería de Innovación e Industria, algo más de treinta de esas empresas se constituirán en una sociedad anónima para acceder a los contratos.

"Era nuestra máxima aspiración, consolidar un panel de trabajo que ofrecer a subcontratistas de primer nivel, con los que ya tenemos pactadas varias visitas", aseguran fuentes del consorcio gallego.

Abrirse camino en la construcción aeronáutica no es fácil. Los requisitos de calidad y seguridad son muy elevados, mientras que los márgenes de beneficio son más ajustados incluso que en la automoción y el naval. ASIME elabora un diagnóstico de cada una de las 55 empresas del consorcio para detectar sus capacidades y limitaciones a la hora de introducirse en el sector de la aviación. Los resultados del estudio se conocerán a comienzos de año, pero una de las conclusiones más importantes es que las empresas necesitarán invertir grandes cantidades de dinero para ser competitivas. En este sentido, el consorcio aeronáutico planteará al departamento que dirige Fernando Blanco la posibilidad de articular una serie de ayudas para la compra de maquinaria y la formación de la mano de obra.

"Lo negativo de introducirse en el sector aeronáutico es que exige grandes volúmenes de inversión, que luego se compensan con una carga de trabajo garantizada durante años", apuntan desde el consorcio aeronáutico. Además, las empresas están respaldadas por los centros tecnológicos del automóvil (CTAG) y el metal (AIMEN) y el Laboratorio Oficial de Metrología de Galicia (LOMG).

La Consellería de Industria no quiere quedarse atrás en la brecha que iniciaron empresas de Cataluña, País Vasco, Andalucía y Madrid, y el año pasado consiguió con la ayuda de ASIME incluir a Galicia en el Plan Estratégico 2007-2013 del Sector Aeronáutico, algo que en principio se había descartado.

"Ahora que la automoción y la construcción están mal, y el naval está a merced de la financiación, creemos que es hora de dar el salto", argumentan desde el consorcio.