El mercado inmobiliario no muestra síntomas de recuperación. Al contrario, los últimos datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referentes a la compraventa de viviendas y a la contratación de préstamos hipotecarios, arrojan un jarro de agua fría sobre el sector, tanto en Galicia como en el conjunto de España. El INE precisa que durante el mes de enero se vendieron 2.608 pisos en la comunidad, 723 menos que en el mismo mes de 2007, lo que representa un descenso del 21,7%. A la par, la contratación de hipotecas cayó también un 12,1% en Galicia, hasta los 3.842 préstamos sobre vivienda, mientras que el importe medio de lo que se pide subió un 2,3%, hasta los 120.482 euros.

Este panorama nada halagüeño ha puesto en alerta a constructores, promotores y consumidores, que piden que se tomen medidas para controlar esta crisis "financiera" y evitar que el mercado se paralice. En el caso concreto de Galicia, el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, Eligio Nieto, mostró ayer su inquietud por el parón que lastra al sector desde hace meses y que ya ha hecho quebrar a importantes empresas como Marbar, en Tomiño, y Proinsa, en Lalín. Nieto confirmó que una buena parte de firmas constructoras y promotoras gallegas lo están pasando mal, y que su situación empeorará a partir del próximo 17 de abril cuando entre en vigor el nuevo decreto de habitabilidad de la Xunta de Galicia, que encarecerá el precio de la vivienda -según sus estimaciones- entre un 20% y un 25%.

"No descartamos que más empresas se declaren en quiebra en los próximos meses", advirtió Nieto.

Nuevo indicador

La nueva Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad que elabora desde ayer el INE confirmó lo que los registradores de la propiedad venían anticipando desde hace meses, que la compraventa de vivienda está cayendo a un ritmo importante en Galicia y en España, sobre todo en los inmuebles de segunda mano. A nivel gallego, después de Lugo, donde las transacciones cayeron un 54,6% en el mes de enero, la provincia que más ha sentido el parón inmobiliario ha sido Pontevedra. En ese periodo se vendieron 909 pisos, frente a los 1.283 de un año antes, lo que arroja una caída del 29,1%. En A Coruña la compraventa bajó un 5,7% el primer mes del año, con 1.179 viviendas, mientras que en Ourense se desplomó un 10,1%, con sólo 320 transacciones realizadas.

En España, la caída del mercado residencial fue superior, con una reducción de las ventas en enero del 27%.

Paralelamente, la petición de créditos hipotecarios para la compra de vivienda en Galicia también se redujo a comienzos de año. En este caso, un 12,1%, con 3.842 préstamos contratados en enero, frente a los 4.374 de un año antes. La provincia que menos hipotecas solicitó a las entidades financieras fue Lugo, con una caída del 70,3%, seguida de Pontevedra, con un bajón del 11,6%. A Coruña y Ourense, en cambio, sí pidieron más préstamos que hace un año, en concreto, un 3,4% y un 10,3% más respectivamente. Además, el importe medio subió un 2,3%, hasta los 120.482 euros.

El conjunto del Estado también registró un bajón en la contratación de hipotecas, del 25,71% en enero, y también una reducción del importe medio de los préstamos, que se sitúa en 142.793 euros (-3,08%).

Fadesa obtiene "in extremis" un preacuerdo para refinanciar sus deudas

La inmobiliaria Martinsa-Fadesa ha conseguido dar un respiro en la deuda de 5.100 millones de euros que estaba ahogando a la compañía. En la noche del martes el grupo logró un "preacuerdo base" con sus entidades bancarias acreedoras para refinanciar la deuda, que equivale al 40% de sus activos, así como sus líneas y condiciones básicas. Sin embargo, la operación tendrá que contar con el visto bueno de las 35 entidades financiadoras de la compañía.

Quiebra

Peor suerte ha tenido la constructora Prasi, que ayer presentó concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos, ante el juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid, según informaron ayer fuentes jurídicas. Prasi pasa así a integrar la ya larga lista de inmobiliarias que se están viendo obligadas a suspender pagos como consecuencia de la actual crisis en el sector. Llanera abrió un camino que posteriormente han tenido también que tomar Ereaga, Contsa, Seop, el grupo Jale y Cosmani.

Los constructores gallegos alertan de que los bancos sólo están financiando la mitad del precio de los pisos

"El problema más grave es la financiación. Los bancos no dan créditos ni a los promotores, ni a los compradores". Así resume Eligio Nieto, presidente de los constructores de Galicia, el problema de fondo que afecta al mercado inmobiliario en España. Según Nieto, antes de que arrancase esta "crisis", tanto las cajas de ahorros como los bancos financiaban el 100% de la vivienda a los usuarios, "e incluso más", pero asegura que ahora "han cortado el grifo". "En algunos casos sólo llegan a financiar el 50% del precio del piso, y muy poca gente tiene ahorrado la mitad de lo que vale una vivienda", argumenta. Para los constructores la demanda existe pero carece de financiación, y los efectos del parón inmobiliario ya se están notando en las cifras de empleo y en la economía en general. "En la costa no tanto, porque existe industria, pero en las provincias de interior la construcción tiene un peso mayor en la economía", apunta. Además, el sector asegura que la apuesta por los pisos de protección oficial (VPO) tampoco supondrá un parche a la crisis, ya que al sortearse a través de la Consellería de Vivenda los compradores "no siempre están de acuerdo con la ubicación o las características del piso". "Como lo van a pagar, quieren escoger", aclara.

Sector forestal

La crisis inmobiliaria también se está dejando notar en la industria de la madera, ligada estrechamente a la construcción. El sector forestal admite estar preocupado por la difícil coyuntura económica iniciada en el último trimestre de 2007 y que prevé vaya "in crecendo" este año debido sobre todo a la crisis inmobiliaria y a la competencia de los países del Este de Europa y de China que fabrican con menores costes, pero también con inferior calidad. Las tres asociaciones que integran este sector, Monte Industria, Fearmaga y el Cluster de la Madera, aseguran que la administración debe favorecer la inversión productiva y apoyar a los propietarios que realizan una gestión forestal sostenible. El sector presentó ayer su balance de 2007, cuando incrementó su facturación un 5,7% hasta los 2.419 millones de euros.