José Luis Pego (Ferrol, 1957) es, desde hace casi un año, el nuevo director general de Caixanova en sustitución de Julio Fernández Gayoso, hasta entonces decano de las cajas españolas en este cargo. El "banquillo" de la entidad, según el propio Gayoso, estaba repleto de candidatos a ocupar el puesto de primer directivo. Sin embargo, y mucho antes de su designación, su nombre sonaba con insistencia. Es, ante todo, un hombre extremadamente discreto. Mide sus palabras y sus gestos al máximo. Su preparación la avala un extenso currículum. En él destaca su capacidad de trabajo, pero también su dedicación a su familia -está casado y tiene dos hijos- y su pasión por la lectura y el deporte. Arrancó en su puesto con prudencia. Hasta el momento sólo ha hecho jugadas en corto "porque la caja va muy bien". En esta entrevista, la primera que concede a un medio de comunicación, explica los proyectos de la entidad y sus impresiones sobre la economía gallega.

- ¿Cómo lleva el ser máximo responsable de Caixanova?

- Con bastante tranquilidad. Tengo la impresión de que las instituciones, la sociedad y los clientes han acogido mi nombramiento de forma positiva y recibido muy bien la forma en que se produjo el relevo. Me considero apoyado por todo el personal de la caja. Tengo la ventaja de conocer a muchas de las personas que forman el equipo humano de la entidad; un comité de dirección con una gran calidad humana y profesional; un presidente, Julio Fernández Gayoso, con quien es un lujo trabajar y unos órganos de gobierno que dan mucha confianza.

-¿Cuando entró en la caja hace veintidós años soñaba con dirigirla algún día?

-Nunca me planteé llegar a este puesto. A lo largo de mi trayectoria profesional nunca tuve la ambición de ser director general, aunque en los últimos tiempos sí pensaba que podía ser una de las personas elegidas del "banquillo" de Caixanova. Eso me hacía reflexionar en los compromisos, en las responsabilidades y en las renuncias que el puesto conlleva.

-¿Desde su nueva atalaya hay algo que le haya sorprendido?

-Después de tantos años creo que conozco bien a la organización, la cultura, las personas que forman parte de la caja y su forma de pensar... Conozco también el modelo, el proyecto de futuro que Caixanova se trae entre manos y eso hace que no me haya encontrado con ninguna sorpresa.

- Después de 126 años de actividad de la caja, ¿sigue su engranaje engrasado?

- Sí, completamente. Tenemos un proyecto sólido y plenamente consolidado. Nuestro plan estratégico está elaborado por muchas personas que trabajan en la caja y participan en el mismo. Las líneas de actuación están marcadas, aunque se pueden cambiar en el momento que las circunstancias lo aconsejen.

-¿Se van a producir cambios atenuados o profundos?

- La verdad es que no va a haber cambios bruscos, sólo los que día a día se consideren como necesarios. En todo caso, el nuevo organigrama de la caja quedó definido al día siguiente de mi nombramiento como director general.

- El modelo de cajas español sólo subsiste en Alemania y Dinamarca, y desapareció en Gran Bretaña e Italia al convertirse en sociedades anónimas. ¿Teme usted que esto pueda ocurrir en algún momento en España?

-No vislumbramos que esta posibilidad pueda darse en España, donde las cajas juegan un papel imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema financiero.

- Pero las cajas pueden comprar bancos y los bancos no pueden comprar cajas.

- Las cajas pueden comprar bancos al igual que los bancos pueden comprar cajas. Los bancos pueden comprar todos los activos de las cajas, pueden adquirir sus oficinas, hacerse cargo del personal, adquirir todo su mobiliario... Lo que no pueden los bancos es convertirse en cajas, lo mismo que las cajas en bancos. Aquí el problema es que hubo bancos que estuvieron en venta y que han sido comprados por las cajas, mientras que la situación contraria nunca se produjo. En los países anglosajones existen instituciones parecidas a las cajas en cuanto a su estatus jurídico como son las fundaciones privadas, que no tienen acciones, no pueden ser compradas en los mercados, y sin embargo desempeñan un papel muy importante en la vida económica que nadie discute.

-Caixanova acaba de tomar una participación del 1% en el Banco Pastor.

-Es una operación puramente financiera dadas las buenas perspectivas que presenta el sector bancario en estos momentos.

-¿Y las cuotas participativas? Hay quien las califica de "Caballo de Troya" para el asalto a las cajas, a pesar de que no dispongan de derechos políticos...

-La legislación española no contempla la posibilidad de que, por este mecanismo, las cajas se conviertan en sociedades anónimas. Es cierto que en otros países donde se han emitido cuotas con derechos políticos las cajas terminaron por convertirse en sociedades anónimas y desaparecer. Las cuotas son unos instrumentos que tienen que competir con otros más probados en el sistema financiero español como las participaciones preferentes o la deuda subordinadas, que son más baratas en su remuneración que las cuotas participativas.

- ¿Existe acuerdo para la emisión de las cuotas?

- No nos hemos planteado emitir las cuotas. Tenemos un nivel de recursos propios con excedente importante sobre los mínimos legalmente exigidos por el Banco de España. Estos recursos nos permiten crecer sin apelar a la emisión de cuotas participativas y además hay otros instrumentos más probados que funcionan muy bien y que estamos utilizando.

-¿Cree que la entrada de las cajas en las grandes empresas les ha hecho aumentar su poder económico?

- Las cajas no invertimos por relaciones de poder, sino que nos movemos por las posibilidades que tenemos de contribuir al desarrollo económico y social de las zonas donde actuamos. Lo que no cabe duda es que la toma de participaciones empresariales por parte de las cajas les ha dado una mayor proyección de la que tenían anteriormente y esto se manifiesta en una mayor presencia en la vida económica.

- ¿Hacia dónde apuntan las próximas inversiones de la cartera empresarial de la caja?

- La cartera, a cierre del mes de febrero, era de 3.000 millones de euros. Procuramos una diversificación de nuestras inversiones en aquellos sectores que tengan mayores visos de crecimiento o que puedan ser estratégicos para la economía regional o para la propia Caixanova. Los sectores de la energía, telecomunicaciones, transporte o el de las infraestructuras son los que están nucleando el grueso de nuestro interés sin descuidar otros como el de la construcción, servicios o alimentación.

- ¿Va a haber rotación en la cartera empresarial?

-No tenemos necesidad en estos momentos, pero ello no quiere decir que no lo vayamos a hacer en el futuro. Serán las circunstancias las que lo aconsejen sin que a priori haya preferencia por un sector para desinvertir. Nos encontramos muy cómodos en todas las empresas en las que estamos presentes. Nuestras expectativas son permanecer en ellas todo el tiempo que consideremos conveniente para los intereses de la caja y/o el fortalecimiento del desarrollo regional.

- ¿A la hora de salir de compras que sectores prefieren?

- Volverán a ser los de la energía, telecomunicaciones e infraestructuras que ofrecen buenas oportunidades de crecimiento de cara al futuro. Son los sectores que están centrando nuestra atención, pero no descartamos ninguna oportunidad que pueda surgir en cualquier otro ámbito.

- ¿Cuánto dinero tienen preparado para la siguiente oleada de adquisiciones?

- No tenemos una cantidad prefijada, la determinarán las oportunidad que puedan surgir. La caja tiene suficientes recursos propios y una buena posición de liquidez que nos permite estar en disposición de afrontar cualquier inversión empresarial que pueda resultar de interés dentro de unos límites de concentración de riesgo que tenemos fijados y con los criterios de prudencia que deben regir a la hora de invertir.

- ¿Le queda mucho a este ciclo económico de bonanza?

-Creemos que el actual ciclo económico tiene todavía recorrido. Este va a ser un buen año y 2008, también. Ahora los ciclos económicos parece que tienen una mayor estabilidad que en el pasado.

- ¿Hasta qué punto son dependientes de la Xunta de Galicia a la hora de tomar decisiones sobre las inversiones de la caja?

- La Xunta tiene una serie de competencias legales sobre la supervisión de las cajas. A partir de ahí tengo que decir que nuestras relaciones con la Xunta se han enmarcado en el más exquisito respeto por la independencia de la gestión y la soberanía de las decisiones de las cajas, existiendo proyectos en los que la caja y el Gobierno autónomo colaboramos porque son buenos para Galicia y para la entidad.

- ¿Se habrá producido algún desencuentro.

- Las relaciones con la Xunta, independientemente de quien se ocupe de las tareas de Gobierno, siempre han sido excelentes.