Los armadores de la flota bacaladera española, en su mayor parte con base en Vigo, reclamaron ayer el Ministerio de Pesca que en el diálogo iniciado con Noruega se unifiquen los criterios sobre valoración de la pesca, según refirió el consejero delegado de la armadora Transpesca, Ramón Fernández Tapias, propietaria de los "Arosa", apresados y sancionados el pasado año y que hoy mismo retornan al caladero nórdico.

El armador asistió ayer, junto con otros empresarios del sector a una reunión celebrada en el Ministerio de Pesca con responsables de la Secretaría General de Pesca Marítima, en un encuentro que se produjo sólo unos días antes de que inicie sus reuniones en la ciudad noruega de Bergen el grupo de trabajo constituido entre ambos países para mejorar su colaboración en el control del caladero del Mar de Barents, donde se han producido varios apresamientos a buques españoles, que se tradujeron en fuertes sanciones económicas.

"Mientras las autoridades pesqueras comunitarias permiten un error del 20% en la contabilización de la pesca a bordo, los noruegos no contemplan tal desfase y es necesario un criterio común", señaló Fernández Tapias, que indicó que otra de las cuestiones sobre la que existe controversia se concreta en los criterios de conversión de forma que, por ejemplo, no se compute como peso de pesca la sal empleada en la preparación del bacalao salado.

Según el armador, desde el ministerio se trasladó al sector "la buena voluntad" de Noruega para llegar a un buen entendimiento en el ámbito pesquero. Así, Noruega se habría mostrado dispuesta a comunicar a las autoridades españolas y comunitarias cualquier incidencia o sospecha de actividad ilegal antes de apresar y trasladar a puerto al buque implicado.

Fernández Tapias se mostró "confiado" en que tal "buena voluntad de entendimiento" de las autoridades Noruega se traduzca en tranquilidad durante la campaña que acaba de iniciar la flota y destaca que "lo que nosotros queremos es seguridad jurídica".