¿Entierro o incineración? Entre las dos opciones posibles a la hora de despedirse del cuerpo, los vigueses apuestan por la segunda. Desde su implantación en la ciudad a principios del siglo XXI, este sistema ha crecido paulatinamente hasta superar a los entierros tradicionales. "Actualmente, las cremaciones suponen alrededor de un 55% y la previsión es que esta cifra vaya en aumento", afirma Marcos Carrera, gerente de un tanatorio vigués.

Para este profesional del sector funerario, no hay una única causa que explique esta tendencia. "Hay razones socioculturales, ya que la sociedad avanza y las costumbres cambian, pero también hay una causa muy evidente, y es que sencillamente antes no existía esta alternativa al entierro".

De todas formas, aunque cambien ciertas costumbres, hay otras cuyo arraigo es incuestionable, como el rito funerario. "La ceremonia religiosa sigue siendo masiva. La civil es meramente testimonial".

Para el gerente de este tanatorio, el sector aún tiene una asignatura pendiente en lo que respecta a las incineraciones: el destino de las cenizas. "Se han inventado multitud de opciones: desde hacer un cuadro o una joya hasta esparcirlas desde un helicóptero, pero ninguna ha cuajado de forma mayoritaria", explica.

Hay que tener en cuenta que el esparcimiento de cenizas en espacios públicos está prohibido. Y si se quiere hacer en el mar, es imprescindible una autorización expresa de Marina Mercante y Capitanía Marítima. Además, desde 2016 la Iglesia Católica prohíbe a sus fieles esparcirlas, dividirlas entre los familiares o conservarlas en casa; esto es, solo permite conservarlas en un lugar consagrado.

"Tenemos que diseñar un destino adecuado para las cenizas y de amplia aceptación por parte del cliente y en ese proceso estamos inmersos", apostilla Carrera.

Otro aspecto en el que la empresa funeraria viguesa ha avanzado es el medioambiental, sumándose a la corriente eco para reducir la huella de carbono. Así, se trata del único tanatorio de la ciudad y de los pocos de España que cuenta con una planta depuradora de aguas residuales, que devuelve totalmente limpia el agua que utilizan a la red de saneamiento.

También producen el 80% de la energía que consumen y caminan hacia la independencia energética mediante energías renovables. "Tenemos instalados paneles solares y generadores eólicos", explica el gerente.

Por otra parte, aunque las emisiones de los tanatorios están controladas por ley y han de someterese a inspecciones periódicas para vigilar que están dentro de los rangos permitidos, en esta funeraria viguesa utilizan féretros ecológicos certificados con la norma ISO en todas sus incineraciones, para de esta forma reducir aún más las emisiones y el impacto ambiental.