La gerencia de A Praíña cree que la planta de Altri no afectará a la calidad del Ulla

Llama a la “prudencia” en el rechazo al proyecto, pues detecta “mucha desinformación y alarmismo” | Contrapone el caso al de la mina de Touro, que sí consideraba nociva

Bañistas en el área fluvial de A Praíña, a orillas del río Ulla. |   // BERNABÉ/ JAVIER LALÍN

Bañistas en el área fluvial de A Praíña, a orillas del río Ulla. | // BERNABÉ/ JAVIER LALÍN / nerea couceiro

La planta de celulosa y lyocell que la promotora Greenfiber –del grupo portugués Altri– pretende instalar en Palas de Rei ocupa el debate medioambiental actual, con una preocupación que prima sobre todas: su impacto en la calidad del agua y el caudal del río Ulla. Este vaso es el que riega dos de las principales zonas de baño en A Estrada, el Areal de Berres y A Praíña de Couso. Con todo, frente a los argumentos de grupos de vecinos y propietarios afectados, así formaciones ecologistas, desde la asociación Entre As Pontes, gestora de A Praíña, no ven motivos para alarmarse y llaman a la prudencia en el rechazo de la planta.

Pedro Castañeda, representante de esta entidad, no considera que el área fluvial y recreativa que gestiona vaya a verse afectada por la instalación de esta planta de celulosa en el nacimiento del río: “Hay mucha desinformación y alarmismo, creo que deberíamos primero escuchar y leer en qué consiste este proyecto y después juzgar si es dañino o no”. En este sentido, Castañeda afirma que tras informarse, no ve ningún peligro en la planta de Altri y Greenalia: “Los documentos del proyecto recogen que el agua que se utilice para el proceso de transformación será tratada y devuelta al cauce más arriba del punto de captación, lo que significa el reaprovechamiento de esta para dentro del propio proceso, algo que me parece bastante sostenible”.

Otro factor que tranquiliza al representante de Entre As Pontes es su confianza en los criterios de las administraciones para dar el visto bueno a proyectos industriales de estas características: “Los requisitos medioambientales de hoy no son los de hace veinte años, está claro que si paran otros proyectos y este no es porque no repercute negativamente en el entorno, al menos no tanto como otros que no fueron adelante”. En este sentido, pone por ejemplo la reapertura de la mina de Touro, que finalmente no vio la luz: “Ese caso sí nos preocupaba, pues conocíamos sus consecuencias y ya las experimentamos en el pasado”. “La mina sí echaría vertidos nocivos al agua que acabarían siendo perjudiciales para el río y para nuestra actividad en la playa fluvial, pero este caso no me parece comparable”, relata Castañeda.

Por el contrario, bajo su punto de vista esta iniciativa podría ser positiva para el entorno, al señalar que supondría la creación de nuevos puestos de trabajo en un área poco dinamizada a nivel industrial: “Creo que estamos en un momento en el que se dice no a todo de partida, cuando en una zona interior y rural como esta, en peligro de despoblamiento, lo que necesitamos es precisamente propuestas que ayuden a crear empleo y atraigan nuevos habitantes”.

Con todo, Castañeda “no se casa” con ninguna postura, y si bien de momento no ve motivos para oponerse o temer la instalación de esta macroplanta en el nacimiento del río Ulla, tampoco se sitúa convencidamente a favor, sino que espera a tener más información. “No estamos ni a favor ni en contra, nos mantenemos en una posición de prudencia” recalca.

Por otra parte, cabe recordar que esta planta necesitará para su actividad diaria una captación de 46.000 metros cúbicos, es decir, 46 millones de litros agua al día, de los que se devolverán 30 millones. Asimismo, el agua será captada del embalse Portodemouros, en Agolada, y será devuelta río arriba una vez tratada, según figura en su DIA (Declaración de Impacto Ambiental).

La lluvia aplaza la inauguración de la temporada

La playa fluvial A Praíña no espera al verano para acoger a los bañistas, sino que generalmente su calendario de apertura lo marca el buen tiempo. En este aspecto, la Semana Santa suele ser una buena época para empezar a servir los primeros refrigerios en bar, o incluso ver a los primeros valientes que se atreven a catar el agua. Con todo, este año la borrasca Nelson ha impedido a Entre As Pontes dar por inaugurada la temporada de baño. “El pronóstico de lluvia ha sido un golpe para nosotros, no contamos con que vaya a haber movimiento, lo cual es una pena, porque el año pasado la Semana Santa fue una época muy buena para A Praíña” explica el responsable de la gestión de la zona, Pedro Castañeda. Los festivos y las vacaciones escolares suelen generar movimiento en la zona por estas fechas. Sea en la zona de acampado o visitas de un día, para un picnic o una jornada al aire libre, la oferta de ocio de A Praíña acostumbra convencer tanto a grupos de amigos como a familias. Sin embargo, las tormentas, la lluvia y las bajas temperaturas hacen prácticamente imposible que Entre As Pontes aproveche el tirón de las festividades. Por ello, en lugar de lamentarse, la asociación se prepara para un mes de mayo lleno de conciertos que sirvan de previa a la época estival. “Estamos trabando en traer varias actuaciones musicales y generar ambiente desde ya, esperamos que el tiempo acompañe y sea un buen verano” zanja Castañeda.

A la espera de la autovía para eliminar el tráfico de paso

Otro proyecto que ha generado revuelo entre los vecinos de la parroquia estradense de Couso es la ampliación de la AG-59, que en una segunda fase llegará hasta Pontevea y que en la tercera se extendería hasta Santa Cristina de Vea. Vecinos y ecologistas arremeten contra el proyecto por considerar que tendrá un alto impacto ambiental y patrimonial en la zona, mientras que para Pedro Castañeda esta actuación supone una gran noticia. Desde su punto de vista, poco afectará a la hora de captar nuevos visitantes para el área fluvial de A Praíña, pues se trata de una diferencia de pocos minutos respecto a la duración actual del trayecto hasta Compostela. Sin embargo, sí ayudará en otros aspectos: “Lo que más nos beneficiará es la eliminación del tráfico de paso, que actualmente es uno de nuestros grandes inconvenientes, pues empeora la calidad del aire y aumenta la contaminación acústica debido a los transportes pesados”. Con todo, esta mejoría no se experimentará hasta que la autovía llegue a O Rollo, pues la salida en Pontevea seguirá obligando a cruzar el puente para acceder a esta vía rápida, por lo que tocará esperar hasta 2025, si se cumplen los plazos.

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