Lecciones de un siglo de vida en la parroquia de Maceira

Alicia Juana Fernández Vázquez cumplió ayer 100 años rodeada de familiares y amigos y fue obsequiada por el Concello de Lalín

Alicia Juana Fernández, ayer, rodeada de su familia en el Pazo de Bendoiro.

Alicia Juana Fernández, ayer, rodeada de su familia en el Pazo de Bendoiro. / BERNABÉ

La parroquia lalinense de Maceira presume desde ayer de contar entre su vecindario con una lúcida centenaria. Alicia Juana Fernández Vázquez cumplió este domingo 100 años rodeada de los suyos y lo hizo en una jornada inolvidable tanto para ella como para todos los que no se quisieron perder el evento con el que se le rindió un sencillo pero emotivo homenaje después de una vida difícil que, sin embargo, Alicia ha vivido con plenitud.

Los festejos dieron comienzo en torno al mediodía con la celebración de una Santa Misa en la iglesia parroquia de Maceira. A ella asistieron todos los familiares y amigos que quisieron arropar a la centenaria luciendo sus mejores galas. “En total somos medio centenar de personas entre familiares cercanos como primos y sobrinos”, explica Eva, esposa del único nieto de Alicia Juana Fernández mientras la trasladan en un vehículo hasta el Pazo de Bendoiro, donde poco después tuvo lugar una comida. Antes, el alcalde de Lalín, José Crespo, y la concejala de Política Social, Carmen Canda, se personaron en el lugar para hacerle entrega a la centenaria de una placa conmemorativa y un ramo de rosas rojas y blancas en señal de reconocimiento oficial por parte del Concello.

Emocionada

La nuera de Alicia Juana también destaca la actitud de la abuela de su marido durante una jornada tan especial. “Ella, hoy (por ayer), está muy emocionada y nerviosa porque ve a la gente y no está acostumbrada a tanto jaleo”. Esto contrasta con que, como también recuerda Eva, “aunque antes era una persona más nerviosa lleva unos años como más relajada y muy tranquila”. Porque a pesar de su avanzada edad, la centenaria de Maceira “camina, come de todo y tiene la cabeza perfectamente. Para 100 años está muy bien”, añade la mujer de su único nieto.

Los participantes en el cumpleaños dieron buena cuenta, después, de un completo menú de la comida compuesto por salpicón de marisco, vieiras, rodaballo, carne y tarta de cumpleaños, con sus correspondientes velas, que fueron sopladas con brío por la centenaria.

Y es que la vida protagonizada por la longeva vecina de Maceira no fue nada sencilla, como también señala Eva. “Ella fue ganadera toda su vida. Cuenta que todas las tardes iba con el ganado a las fincas y demás. La verdad es que tuvo una vida dura porque su único hijo le murió a los 50 años, hace ahora dos décadas, después de quedarse viuda muy pronto. Ella se hizo cargo de su nuera y su único nieto, sacando adelante a la familia.” Por eso ayer tanto en Maceira como en el comedor del Pazo de Bendoiro se rindió tributo a una mujer valerosa y digna como pocas llamada Alicia Juana Fernández.

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