Unas galerías (demasiado) “vintage”

La vértebra comercial se mantiene a flote con 8 negocios abiertos, que pronto serán 7

Unas galerías (demasiado) “vintage”

Unas galerías (demasiado) “vintage” / nerea couceiro

Las Galerías 2000 fueron muy modernas en su día, aunque ahora las envuelve un halo de nostalgia que nace, principalmente, de la estética que las caracteriza. Para empezar, está el cartel que en la actualidad parece una postal de la época de los 70. A ambos lados, los nombres de los negocios que integran el pasillo de compras, algunos actualizados, otros no tanto. Puede leerse el de la barbería Carlos Conde, por ejemplo, asentada donde antes estaba la Frutería Tucho, pero también Cosméticos Lourdes, uno de los establecimientos más longevos que ahora ya lleva varios años cerrado.

Arriba, el cartel de las Galerías; abajo, su interior, con varios bajos cerrados.

El interior de las Galerías. / nerea couceiro

En el presente, están activos: El tocador de los aromas, la barbería, una asesora de seguros, una tienda de informática, el salón de belleza Mitescere y la herboristería Farmanatur. También, por pocos días, permanece abierta la peluquería Xeloira, que pronto se mudará a un bajo de la Farola.

Delio Rivadulla, propietario de varios bajos en esta vértebra comercial, recuerda que la construcción fue realizada en 1977, a cargo de Miguel Míguez, un constructor de Redondela. Explica que el primer negocio en establecerse allí fue la famosa Confitería Maycar, que contaba inicialmente con dos bajos, el del obrador y el punto de venta. Más tarde, en 1994, comparte que la pastelería cogió otro local más, el de enfrente y que hasta hace poco ocupaba Arte nas túas mans, para abrir allí un salón de té. Fue en esta época, la década de los 90, en la que las galerías funcionaron a plena capacidad, con todos los bajos en funcionamiento, según cuenta Delio. Él mismo abrió allí el primer estudio de tatuajes de A Estrada y su padre mantuvo durante muchos años la Peluquería Rivadulla.

El propietario explica que “las galerías comerciales no suelen funcionar porque a la gente le gusta más pasear y mirar escaparates por la calle, pero estás tienen una ventaja, que es que supone un atajo desde la Calvo Sotelo a la Alameda”. “Con todo, el motivo de que ahora estén paralizadas es que hay muchos propietarios que no quieren vender ni alquilar, lo que frena la dinamización de la zona”.

Unas galerías (demasiado) “vintage”

Unas galerías (demasiado) “vintage” / nerea couceiro

La ampliación hasta la Iryda se realizó en 1992

Como apuntaba Rivadulla, las Galerías 2000 son más un atajo para cruzar desde la Calvo Sotelo a la Iryda, pero este pasadizo no siempre existió tal y como lo conocemos. La primera construcción fue en 1977 y llegaba hasta la mitad de la actual. Puede distinguirse muy bien cuales fueron los primeros bajos comerciales pues su estética los delata. Un gran escaparate con los acabados en madera, puertas de cristal y letreros en dorado, ahora cubiertos por polvo y papel de periódico. Más tarde, en 1992, se hizo la ampliación que conecta con la Iryda, con establecimientos de diseño menos ostentoso, dimensiones inferiores y con acabados en un material metálico en color dorado. La estética de los 70 y los 90 conviven así en las Galerías 2000, que luchan por mantenerse relevantes.

Suscríbete para seguir leyendo