Recogen donativos para ayudar a la familia cuya casa ardió en la parroquia de Santeles

Vecinos de la parroquia de Santeles, junto a Cáritas Parroquial A Estrada y el Concello de A Estrada, han puesto en marcha una iniciativa con la que intentar ayudar a la familia cuya vivienda ardió el pasado día 10 de marzo. El incendio nocturno que acabó con la casa de Carmen Otero y su hija Lucía Costoya fue tan rápido que no les quedó más remedio que dejar atrás en su huida de las llamas todas sus pertenencias. Ahora, ambas buscan reiniciar su vida, recuperando una vivienda en la que habían invertido mucho para su rehabilitación. Para ayudar a la familia Costoya Otero en este complicado momento, se ha habilitado un número de cuenta en el Banco Santander (ES37 0049 0201 2425 1009 7935), donde todos los interesados pueden realizar sus donativos. Todo lo recaudado le será entregado a la familia.

“Me desperté por el ruido del fuego”

Cabe señalar que, una vez conocida la noticia, Carmen Otero y Lucía Costoya recibieron el cariño de sus familiares y amigos, con un respaldo total. Tanto fue así que aprovecharon las redes sociales para enviar un mensaje de agradecimiento por el cariño recibido por parte de todas las personas que se preocuparon por ellas desde lo ocurrido en la que era su vivienda principal.

Esta inicitiva vecinal para ayudar a la familia Costoya Otero surge un mes de después de un suceso que se vivió en el lugar de Pantanín, en la parroquia estradense de Santeles. A las 4.20 de la noche Lucía llamaba al 112 Galicia para comunicar que su casa estaba ardiendo. Un incendio cuyo origen situaba en la estufa de leña ubicada en la chimenea calcinó toda su casa en poco tiempo, alimentándose de una estructura interior realizada íntegramente en madera y pladur. Mientras las llamas se propagaban por la planta baja a gran velocidad, Lucía y su madre Carmen, dormían en el primer piso.

Fue el ruido del fuego lo que despertó a Lucía, que se asomó a la planta baja para descubrir que el fuego era ya incontrolable. Madre e hija lograron salir a toda prisa de la vivienda para presenciar como toda su vida ardía sin que se pudiese hacer nada. En su huida, lo único que lograron salvar fue el ordenador personal de Lucía. A su llegada, los servicios de extinción se toparon con una situación fuera de control, con el tejado colapsado por las llamas.

A Estrada vivió un caso similar en 2019, cuando una vivienda familiar situada en Berres ardió. En aquella ocasión los vecinos, Cáritas y el Concello también habilitaron una cuenta en la que se logró reunir más de 20.000 euros en donativos.