La nueva vida de los Almacenes Casagrande

El emblemático establecimiento estradense, que cerró en 2021 después de 110 años de vida, reabre de la mano de la firma dezana Castaño Shop

A su cierre Almacenes Casagrande era uno de los negocios más antiguos de la villa.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

A su cierre Almacenes Casagrande era uno de los negocios más antiguos de la villa. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / lOIS dOCAMPO

Cuando los Almacenes Casagrande cerraron sus puertas en el año 2021 se iban con ellos un pedazo de historia de A Estrada. Fundado en 1911, este comercio era uno de los más antiguos de la villa, con un local ubicado en la céntrica calle Calvo Sotelo que hasta el día de su cierre mantuvo la estética de mediados de siglo XX. De esta manera, el negocio creado por José Docampo y Dolores Pego se quedó sin ver la gran transformación de la principal arteria comercial de la villa, con una peatonalización que ha reavivado la apertura de negocios en la zona. Este interés ha servido para dar una nueva vida a los Almacenes Casagrande. Si todo marcha según los previsto, el negocio reabrirá sus puertas en el mes de abril. Lo hará para convertirse en una tienda de ropa y calzado de Castaño Shop de Lalín.

Lorena Iglesias, una de las impulsoras de esta nueva aventura empresarial, nos explica que su intención era trasladar su tienda a la calle peatonal. Desde hace años, Castaño ya contaba con un negocio abierto en el casco urbano estradense, ubicado también en un lugar céntrico, la plaza del Novo Mercado. Sin embargo, desde la empresa reconocen que el local se les quedaba pequeño para dar cabida a toda su exposición, por lo que decidieron iniciar la búsqueda de un nuevo hogar, apostando por la calle Calvo Sotelo. “Queríamos irnos más hacia el centro pero no era fácil, porque buscábamos algo con muchos metros. La primera opción que nos encajó fue esta y ya nos la quedamos”, explica.

Esta semana está previsto que arranquen las obras de remodelación del histórico local, aunque Lorena Iglesias deja claro que la intención es mantener todas sus señas de identidad. “Son locales antiguos y siempre necesitan algo de reforma. Por ejemplo, no tiene baño, así que hay que hacer uno. También vamos a crear unos probadores”, afirma. “Tenemos ya el local desde hace dos meses pero quisimos acabar primero con la campaña de Navidad antes de ponernos con las obras y la mudanza. La idea es abrir, como muy tarde en abril, pero si podemos, lo haremos antes”.

De esta manera arranca una nueva vida para el que es un símbolo de la actividad comercial de la capital de Tabeirós, un negocio que Dolores Pego y José Docampo fundaron en el año 1911. Inicialmente su tienda de ropa y telas se ubicó en una local de la plaza de la Farola, aunque luego se trasladaron al número 112 y posteriormente al 18 de la misma calle –en lo que hoy es la cafetería Akrópolis–. José Docampo, cronista oficial del Concello de A Estrada y corresponsal de FARO, y Dolores Pego, convirtieron su negocio en un referente, recibiendo a gente de la zona pero también de municipios cercanos. Así, en torno al año 50, la familia construyó una casa en el número 43 de la Calvo Sotelo, donde se mantuvieron abiertos los Almacenes Casagrande hasta hace dos años. En este tiempo la tienda fue cambiando, especializándose primero en confección y ropa femenina y posteriormente en ropa de hogar y cocina.

José y Dolores dieron el testigo con el paso de los años a Manuel Docampo, más conocido en la villa como Lolo Casagrande, quien siguió al frente de la tienda hasta el año 2000, cuando se jubiló. En los años siguientes, los almacenes fueron gestionados por una empleada hasta su cierre definitivo. Con más de un siglo a sus espaldas, la tienda era una de las más antiguas de A Estrada. Destaca por sus amplias cristaleras de entrada, entre las cuales se accede a un espacio muy amplio con dos alturas y unas características escaleras en medio. Otra de las peculiaridades de este local es el tragaluz superior, que permite la entrada de luz del sol directamente en la tienda a pesar de tratarse de un bajo.

“Pagamos más pero merece la pena”

Javier Alonso y su equipo, ante Meraki Store.  | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Javier Alonso y su equipo, ante Meraki Store. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / lOIS dOCAMPO

La peatonalización de la Calvo Sotelo deja un goteo constante de nuevos negocios

Javier Alonso es de Salceda de Caselas pero cuando conoció A Estrada se dio cuenta de que era el lugar idóneo para montar su negocio de telefonía y electrónica. Diez años después, tiene tiendas en Lalín, Sanxenxo y Tui, y en estos momentos prepara su desembarco en la venta online. Sin embargo, Meraki Store generó muchos comentarios hace solo unos meses cuando decidió cerrar su tienda, ubicada en la céntrica calle Justo Martínez, para trasladarse a la recién peatonalizada calle Calvo Sotelo. No fue una mudanza muy lejana, ya que ambos locales están a solo unos cincuenta metros. ¿Mereció la pena reformar un nuevo local a tan poca distancia y en el que paga más alquiler? Javier Alonso está convencido de que sí. “Aquí pagamos más pero merece la pena porque es un punto estratégico. En esta calle hay un movimiento constante de gente, más que en la otra calle, aunque está muy cerca. Cualquier persona que salga a dar un paseo va a venir por aquí siempre y va a ver tu tienda”, explica el empresario, quien destaca la buena acogida que ha tenido el nuevo Meraki. “La mudanza nos pilló justo en la temporada de Navidad, porque abrimos el 14 de diciembre y tuvimos que estar unos días cerrados pero aún así la campaña fue muy buena” . “Antes teníamos un local muy amplio y muy soleado pero con el cambio pudimos hacer algo diferente, las sensaciones son nuevas. Al cliente siempre le tienes que ofrecer algo distinto y después de diez años era el momento. Creo que este cambio es un punto de partida para ir más allá”, afirma. El nuevo local, ubicado en el cruce entre Calvo Sotelo y Justo Martínez, donde durante muchos años estuvo la tienda de O Zapatazo, no fue sin embargo la única opción que miró en la nueva calle peatonal pero sí la que mejor se adaptaba a sus necesidades. “Tengo que agradecerle a toda la gente de A Estrada que nos diesen la posibilidad de hacer realidad un sueño. Esperamos estar muchos años a su altura. Y a nivel personal, también tengo que estar agradecido con mi familia y mi pareja por estar en los momentos difíciles”. La suya y la de los Almacenes Casagrande son dos de las historias de esta nueva Calvo Sotelo peatonalizada pero no las únicas. En las próximas semanas ya se prepara para abrir un nuevo negocio, una panadería-cafetería donde durante años estuvo Cosméticos Lourdes. Sin duda, no serán los últimos el subirse al tren de la nueva peatonalización.

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