Las mascotas también necesitan PAC

Un estradense lamenta no haber podido salvar a sus cachorros por falta de veterinario 24 horas

Jesús Sanmartín, junto a su mascola, la pastor alemán que perdió su camada.

Jesús Sanmartín, junto a su mascola, la pastor alemán que perdió su camada. / nerea couceiro

En A Estrada no faltan mascotas. Es, de hecho, muy habitual ver a los vecinos y vecinas pasear por la villa las suyas, principalmente perros. No obstante, según ha comunicado el estradense Jesús Sanmartín, propietario de una hembra de pastor alemán, no existe en el concello una clínica veterinaria con disponibilidad 24 horas. Para aquellos que no tienen animales a su cargo, esto puede parecer una nimiedad, pero para los que consideran a estos seres parte de su familia, supondría lo mismo que un hospital cerrase de noche, los festivos y los fines de semana. Es por ello que la injusticia de perder a un ser querido, porque eso son para San Martín sus mascotas, a causa de no contar con atención veterinaria de urgencia, hace que este vecino busque responsables y respuestas.

Por si uno fuera poco, Jesús vio con impotencia como una camada de cuatro cachorros moría ante sus ojos sin él poder hacer nada, pues ninguna de las clínicas de la localidad quisieron atenderlo, según explica a FARO. Los acontecimientos fueron los siguientes: “El 28 por la noche mi perra se puso de parto, y dio a luz a cuatro cachorros. Por algún motivo tardó en acostumbrarse a ellos, y los rechazaba a la hora de mamar. También era un poco brusca en el trato, por lo que pudo hacerles daño sin querer”.

Al ver que los recién nacidos no podían alimentarse, Sanmartín se apresuró a intentar encontrar leche en polvo para cachorros, pero no encontró en ningún establecimiento abierto. “Como no tenía leche, intenté que mamasen cogiéndolos y poniéndolos junto a la teta, parecía que mejoraba, pero no fue suficiente”.

Ya desesperado, buscó hasta dar con un negocio que sí vendiese leche para cachorros y los alimentó y los puso junto al radiador para darle el calor que su madre, por los motivos que sean, se negaba a darles, hizo todo lo que estuvo en su mano para intentar salvarlos. No obstante, y pese a sus esfuerzos, el día 31 de diciembre, los cuatro cachorros fallecieron sin que el propietario supiese muy bien porqué, “pudo ser desnutrición o un virus. No lo sé, y eso es lo que más me duele. No hubo nadie que pudiese decirme qué hacer o qué les pasaba”.

Sanmartín sostiene que “en un pueblo donde hay tanta gente con mascotas, debería haber más servicios. A mí me mandaban a Teo, pero yo no tengo coche y no pude desplazarme. Dicen que les sale muy caro tener a alguien disponible las 24 horas”.

Llegados a este punto, la indignación ha llevado a Jesús a buscar una solución a este problema para que ni él ni otros tengan que sufrir otra pérdida. Así, comparte que “me he puesto en contacto con mi abogada para ver qué se puede hacer. También me gustaría hablar con asociaciones relacionadas con este tema”.