La inflación recorta el presupuesto para la ilusión

Las cajas registradoras ingresan cada día la mitad de lo que recibían a estas alturas de 2021 | “Al pasar el puente de diciembre esto tenía que estar lleno de gente”, lamentan | “El que antes gastaba 100 euros, ahora gasta 30”

Una clienta revisa la sección de dinosaurios de Tiko Doco en A Estrada. |  // A.CELA

Una clienta revisa la sección de dinosaurios de Tiko Doco en A Estrada. | // A.CELA / aNA cELA

Ana Cela

Ana Cela

Si ir al supermercado se ha convertido en un escape room –hay que ingeniárselas para salir de él sin que la cartera se quede completamente vacía– en una época de gasto acumulado como el que corresponde a estas fechas del año no queda otra que hacer más números que nunca. La inflación está obligando a muchas familias de las comarcas de Tabeirós-Terra de Montes y Deza a recortar el presupuesto para la ilusión. Aunque los ciudadanos no renunciarán a que los más pequeños tengan paquetes bajo el árbol, desde el sector local de las jugueterías se asegura que el gasto que se está registrando es notablemente inferior al del año pasado.

“Al pasar el puente de diciembre esto tenía que estar lleno de gente”, comenta Cristina Moure, desde la amplia superficie que las jugueterías Tiko Doco tienen en A Estrada. Señala los pasillos prácticamente vacíos y la ausencia de colas en el punto destinado a envolver los juguetes tras pasar por caja. Cuando falta una semana para que Papá Noel visite las casas de los más pequeños de la zona, el número de “ayudantes” que tratan de escoger juguete se puede contar a media mañana con los dedos de una mano. Y sobrarían dos.

Subida contenida en los juguetes

Moure habla con conocimiento de causa, sabiendo lo que sucede en las cinco tiendas de la cadena que regenta junto a Alfredo González. “En todas bajaron las ventas”, reconoce. Explica que el problema no está en que la subida generalizada de precios haya llegado también a los juguetes. “Algo subió el precio, pero tampoco es nada exagerado. Pueden ser dos o tres euros, cinco en los casos más elevados”, indica. Sin embargo, incide que en noviembre las ventas bajaron al menos un 50% con respecto al ejercicio anterior y que la caja registradora revela que cada día entra la mitad de lo que entraba en las Navidades de 2021.

“Está siendo un año muy flojo. Teníamos que estar a tope de trabajo y no es el caso. La gente no gasta lo que gastaba antes”, indica Cristina Moure, que seguidamente concreta que, si hasta ahora una familia podía gastar entre 100 y 200 euros en juguetes en esta campaña, “ahora no llega a 100”.

“El juguete caro ya no sale”, indican desde el sector. Explican que los consumidores acuden a dar un paseo entre los lineales y se piensan mucho qué comprar. Son ya pocos los que se van con una mascota interactiva de 80 euros, ponen como ejemplo. A ello se suma que algunos consumidores llegan a preguntar por juguetes mostrando la fotografía del producto en plataformas digitales o que a muchas personas “todo le parece caro”.

“Bajó el consumo muchísimo”, resume Cristina Moure mientras coloca las cajas de la mercancía que acaba de recibir y planea cómo reorganizar los expositores. Desde Tiko Doco se apunta que muchas de las ventas que se están realizando son con pago a través del Bono Comercio.

De 100 a 30

También en la firma estradense Pintaletras se aprecia un descenso del gasto en juguetes con respecto al año pasado. “El que antes gastaba 100 euros, ahora gasta 30”, explica Jeanette Valiñas. “En lugar del gran juguete que antes se buscaba, se va a juguetes más pequeños, a cosas más baratas”, añade.

En su caso, indica que en los últimos años ya había ido disminuyendo un poco el gasto en juguetería para las fiestas de Navidad, si bien apunta que en esta campaña se está apreciando de manera más acusada. “Si antes pagabas una factura de luz de 80 euros y ahora la tienes que pagar de 300, pues tienes que recortar”, asume esta comerciante estradense. También su establecimiento estaba lejos en la mañana de ayer de ofrecer una imagen típica de los días previos a Navidad. “La gente no va a dejar a los niños sin juguetes, pero gasta menos”, expone.

Ni siquiera los descuentos propios del Black Friday sirvieron para compensar este descenso de las ventas. “Este año no hemos tenido colas en ningún momento”, recuerda Cristina Moure, en referencia al pasado 25 de noviembre, con la celebración del Venres Meigo en el comercio de A Estrada. Explica que el año pasado tuvieron que reforzar con dos personas más el número de trabajadores en tienda –llegando a cinco– y este año arreglaron cómodamente con tres.

Juegos de mesa

Por otra parte, los juegos de mesa mantienen el tirón que comenzaron a recuperar en las Navidades de pandemia. “Se venden mucho más que otros años”, asegura la responsable de la librería y juguetería Pintaletras, que continúa haciendo encargos de un exitoso dron y que aprecia con claridad una tendencia navideña por la adquisición de libros de conocimiento. “Los juegos de mesa están demostrando que los niños pueden engancharse a este tipo de diversión en familia, que disfrutan con ellos y no solo quieren pantallas”, indica Jeanette Valiñas.

En Tiko Doco comparten esta tendencia en el gusto por regalar juegos de mesa, asegurando que hay clásicos que no pierden su atractivo entre los clientes, desde las múltiples versiones del Monopoly hasta el Tragabolas o el Trivial. El Tamagotchi regresó pegando fuerte y vuelve a hacerlo en esta campaña, igual que los Pokemon, los Super Things o las Rainbow High. Maquillajes y juegos de pintura de uñas triunfan también para esta Navidad en la que hay, como suele suceder, algún que otro juguete que ya no es posible conseguir en ningún lado.

Visita de Papá Noel

Las jugueterías de A Estrada ponen todo de su parte para intentar salvar la campaña y ganar en atractivo. En el caso de Tiko Doco, una jirafa gigante luce desde ayer en su puerta y Pintaletras tenía en la pasada jornada todo preparado para recibir –hoy– a Papá Noel. Estará entre las 11.30 y las 13.30 horas para escuchar a las peticiones de los más pequeños para esta Navidad, justo una semana antes de que le toque visitarlos cuando se hayan ido a dormir.

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