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Vuelo directo A Estrada-San Francisco

El gran trabajo de Manuel Nodar le llevó a colaborar con entrenadores de los Warriors

Manuel Nodar en la Praza do Concello.

Nacido en Francia, criado en Bilbao y asentado en San Francisco; pero con el corazón en A Estrada. Miguel Nodar, nombre y apellido que no se corresponden con su marcado acento norteamericano, se encuentra estas semanas pasando sus vacaciones en el municipio estradense. Su madre, de San Xurxo de Vea, su padre, de Tabeirós; unas raíces que siempre sintió suyas a pesar de los casi 9.000 kilómetros de distancia entre su casa familiar y su domicilio en San Francisco. Miguel Nodar recuerda con un inmenso cariño sus estancias veraniegas en A Estrada durante su infancia, que ahora, a sus 53 años, repite con su familia siempre que puede.

Para un estadounidense, residente de una de las ciudades más importantes del país, el cambio de vida que puede pegar al llegar a una localidad como A Estrada es abismal. “Todo va más lento aquí”, destaca Nodar, que ve en hechos como bajarse a una cafetería a simplemente tomar un café un hecho más que admirable, “venir aquí me da mucha energía para afrontar después mi día a día en San Francisco”, apunta el norteamericano. Eso sí, sus hijos, mucho más jóvenes y afines a la vida rápida y urbana, prefieren que su estancia en tierras gallegas sea más reducida de lo que a su padre le gustaría. De momento, es imposible la posibilidad de trasladar su residencia, pero no descarta que en un futuro se pueda dar el caso.

Su llegada a tierras estradenses no supuso solamente una temporada de desconexión y disfrute para la familia estadounidense, nada más aterrizar en Galicia, Nodar buscó contactar con quien fuese el responsable en la zona de su profesión y gran pasión: el baloncesto.

El baloncesto

La razón de ser de Manuel Nodar reside en el amor por el deporte y concretamente por el baloncesto. Desde que con apenas 10 años emigró junto a sus padres a San Francisco, entregó su tiempo libre y su motivación a jugar al baloncesto, recorriendo los parques y canastas de la ciudad con un balón en las manos. El destino quiso que una lesión grave en la pierna lo apartase de la competición durante casi dos años, justo cuando se planteaba dar el salto al baloncesto profesional europeo. Ahí decidió enfocar su pasión en enseñar y entrenar, buscando promocionar un modelo básico en Europa pero que tiene muy poco desarrollo en la educación deportiva de Estados Unidos: la táctica colectiva. Desde 1992 a 2002 comenzó a compaginar clases de español y de baloncesto a niños de un colegio, pasando después a ser director deportivo de un instituto de la zona. Duraría esta etapa hasta 2013, cuando gracias a su buen hacer y sólida metodología daría el salto a una de los clubs deportivos más prestigiosos de toda la costa oeste: el Olympic Club, fundado en 1860. En las instalaciones de este club, en el que se puede uno encontrar a figuras como Pau Gasol practicando golf o Lebron James entrenando, Nodar se volvió un hombre clave en la academia de baloncesto del club. Desde su llegada consiguió educar e inculcar conceptos a muchos jóvenes jugadores que lograrían éxitos estatales bajo sus órdenes y acabarían en el baloncesto profesional, tanto en los Estados Unidos como en Europa. La influencia de la academia es tal que muchos entrenadores de equipos universitarios e incluso NBA, como los Golden State Warriors, se interesen por su trabajo.

Por eso, dada su pasión por este deporte, Nodar se interesó por conocer la filosofía del EDM de A Estrada, saber su gestión de la cantera y conocer de la mano de Alfonso Sanmartín los entresijos de un deporte que puede cambiar tanto de un lado del océano al otro. Sanmartín le prometió que en su próxima visita, que seguramente sea en el verano de 2023, realizaran alguna actividad o reunión conjunta acerca del baloncesto estradense.

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