A finales de 2020 el biólogo Martiño Nercellas Méndez alertó de que, bajo su criterio, la nueva captación prevista para abastecer al municipio lalinense aguas arriba de la playa fluvial de Pozo do Boi (Vilatuxe) contravenía la planificación hidrológica aprobada por Estado y Xunta. Ahora el científico acaba de elevar una denuncia ante el Parlamento Europeo para que esta institución intervenga y frene el proyecto elaborado por Augas de Galicia.
En su comunicación, ya registrada y pendiente de contestación, alerta de que este bombeo “podría generar un impacto ecológico sobre especies protegidas” –cita la Margaritifera margaritifera o mejillón de río– además de incumplir la Planificación Hidrológica de España “pues este tramo de río está catalogado como reserva fluvial natural, además de estar en la Red Natura 2000”. Añade que conforme a la Directiva Marco del Agua y la Planificación Hidrológica aprobadas por cada estado miembro de la UE las reservas fluviales están sometidas a una protección estricta, “en las que cualquier intervención que altere su naturalidad, como las captaciones de agua para la población deben estar adecuadamente justificadas y una vez descartadas otras alternativas”.
Para Nercellas en este caso tanto Xunta como Concello admiten y justifican la necesidad de buscar nuevos emplazamientos de recursos hídricos en cabeceras de ríos bien conservados “como este del Deza, que reemplacen a los actuales del Asneiro”. Dice que la base de este razonamiento es el deficiente estado de este último río, agotado para nuevos bombeos, y por soportar “una carga crónica de contaminación difusa por alta presencia de nitratos procedentes de una excesiva producción de purines, su mal tratamiento y deficitaria depuración procedentes de una emergente creación de granjas de porcino, avícolas y de vacuno en la última década en la parte superior de su cuenca.
Con esta petición se plantea al Parlamento Europeo que revise “si las autoridades de Galicia y España cumplen con debida diligencia sus obligaciones con su planificación hidrológica y la Directiva Marco del Agua”.
El biólogo lalinense expone en sus conclusiones que el denominado estudio de viabilidad elaborado por la Xunta no debe ser considerado solo como un análisis de cálculo de capacidad de captación y tampoco ofrece información de otros razonamientos que justifiquen esta ubicación. Incide en que en el apartado relativo al estudio de alternativas no se trató de buscar otras localizaciones posibles para la captación, pues las dos valoradas, en el río Deza, corresponden a tramos de reservas naturales fluviales y de dominio público hidráulico. O que tampoco, en dicho estudio, se tuviese en consideración la elaboración de un diagnóstico sobre los puntos críticos del sistema de abastecimiento actual, estado de conservación, necesidades de modernización y mejoras tecnológicas, cálculo de pérdidas o “posibles medidas de corrección de contaminación difusa y de vertido directo”. Con esta última reflexión Nercellas apunta a la necesidad de evitar la contaminación de los cauces fluviales, también por vertidos propios de la actividad agroganadera, pues en caso contrario el daño que se está ocasionado a los ríos podría ser irreversible.
Ahorro de un millón respecto a la opción de Zobra
Una de las consideraciones del científico está relacionada con la elaboración de un estudio de costes para cotejar lo que supondría en términos económicos una modernización de las instalaciones actuales frente a la construcción de otra nueva. Pues bien, lo que sí aparece en el trabajo encargado por Aguas de Galicia es que la infraestructura próxima a Pozo do Boi tendría un coste de casi dos millones de euros, frente a la otra alternativa que manejaba, en el mismo río en Zobra, pero cuyo presupuesto ascendía a 3.123.618 euros frente a los 1.947.678 de la opción seleccionada. Así figura en la documentación del procedimiento administrativo activado para garantizar el abastecimiento a la capital dezana, una vez que las dos captaciones existentes –una en Botos y otra en Pozo Negro, ambas en el río Asneiro– resultan insuficientes. En el valor económico de la futura instalación de Vilatuxe se incluyen los más de 858.000 euros que costará el sistema de bombeo e impulsión hasta la ETAP, la conducción hacia el existente en Botos (381.000) o los 650.000 euros necesarios para conectar el bombeo hasta la rotura de carga y el mecanismo de impulsión. Otros 12.000 corresponden a la acometida eléctrica. La principal diferencia económica entre las dos alternativas estudiadas radica en que el sistema de conducción del agua desde Cabana hasta Botos se iba a más de un millón y medio. La redacción del proyecto constructivo fue adjudicada en abril del año pasado por 49.653 euros.
