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La Agasp bucea en la piscina y la playa fluvial se cierra

La última quincena de septiembre arroja prácticas de buceo en agua turbia y una playa sin apenas agua

Las prácticas de buceo de la Agasp en la piscina sorprendieron ayer a algunos estradenses. | // CEDIDA

El Concello de A Estrada echó ayer el cierre a los dos recintos municipales de baño estival: las piscinas municipales y la playa fluvial. Si bien en ambos la temporada de baño ya se dio por concluida el pasado 15 de septiembre –con la finalización de los contratos de los socorristas– en la práctica durante la última quincena de septiembre la administración local permitió una cierta actividad en ambos recintos que, en el caso de la piscina municipal, sorprendió a más de uno en las dos últimas semanas.

Y es que, como viene siendo habitual, el Concello presta sus instalaciones a la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) para la realización de prácticas deportivas y de entrenamiento de los efectivos de emergencias y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que en ella se forman. Y, así, de igual modo que hacen uso de los pabellones o del campo de fútbol para entrenar, en las dos últimas semanas la Agasp utilizó el vaso grande de las piscinas municipales –sin tratamiento específico para evitar la turbidez del agua tras concluir la temporada de baño– para que su alumnado pudiese realizar en estas aguas turbias prácticas específicas de buceo que requerían de la utilización de aguas de ese tipo. Estas prácticas aun sorprendieron ayer a más de un estradense que no alcanzaba a comprender qué ocurría en la piscina.

Ya en cuanto a la playa fluvial, pese a no contar con socorristas desde el día 15, el Concello mantuvo abiertas las instalaciones para eventos y para el disfrute de la ciudadanía de lunes a viernes de 15.00 a 21.00 horas y los sábados y los domingos de 12.00 a 21.00 horas. Eso sí, especificaba que no había servicio de socorrista. Ahora bien, lo cierto es que poco o nulo riesgo para los bañistas había desde que, en respuesta a un requerimiento de la Xunta, el 20 de septiembre se abrieron las compuertas y se dejó de tener agua embalsada. Prácticamente, los usuarios de la playa fluvial poco más podían hacer en el recinto que pasear, disfrutar de la sombra de sus frondosos árboles o, como mucho, mojar los pies en el cauce del río.

Con el último día del mes de septiembre llegó también el del cierre del recinto de la playa fluvial de A Estrada a cal y canto. Desde ahora, los estradenses ya no podrán disfrutar de sus instalaciones sino que deberán conformarse con recordar los felices momentos vividos en su interior y con soñar con los que les esperan cuando concluya la reforma de sus instalaciones que la administración local emprenderá en los próximos meses, simultaneando la acción del taller de empleo local con la de las empresas a las que se le encarguen trabajos puntuales en el recinto.

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