El puente de la antigua N-525 en Taboada amaneció ayer sin el coche que se había precipitado por uno de sus laterales el jueves al mediodía. Una grúa rescató el turismo, que había ido a parar a la orilla del Deza tras una caída de unos quince metros. También retiraron los restos que se desprendieron del vehículo en el choque, de modo que ayer solo se veía el boquete abierto en la densa vegetación, que frenó el ímpetu del coche y, probablemente, evitó que terminase en el río, y las marcas que dejó sobre el pretil. Su conductor y único ocupante no sufrió fue capaz de salir por su propio pie y trepar hasta el puente. Por otro lado, a las 17:55 horas se produjo ayer una colisión entre dos vehículos en la N-525 a la altura de O Espiño (Filgueira), sin daños graves para sus ocupantes.