Para el PP de Vila de Cruces, la parroquia de Toiriz se ha convertido en la “zona cero” del municipio. Alertado por las quejas de los vecinos, el portavoz del partido, Jesús Otero, hizo un recorrido por sus aldeas, sus enclaves naturales y sus bienes patrimoniales. Y de la falta de mantenimiento “no se salva nada, nada”, asegura.

Otero apunta que no se han realizado desbroces, mientras que en otras parroquias se acometieron ya un par de veces en los últimos tres meses. En varios caminos aún se pueden ver restos de árboles, fruto de talas “que nadie se preocupó de limpiar o de hacer un seguimiento de cómo quedaban las vías públicas”. En el área recreativa de O Abeseiro, junto al río Arnego, la zona de baño está destrozada, al igual que varios bancos y parrillas. Otero indica que incluso pueden verse contenedores rotos y que hasta el acceso “esta intransitable, lleno de ramas y restos de árboles”.

El grabado rupestre de la parroquia necesita una puesta a punto.

Precisamente, hay otros accesos y caminos en Toiriz “con baches sin tapar desde hace meses”, pese a que los vecinos trasladaron ya esta situación de forma reiterada al gobierno de Xuntos polo Noso Concello. La maleza invade pistas, pero también el campo de la fiesta y el parque infantil. “Ni la fuente de agua se libra, pues lleva más de un año en estado calamitoso, con ramas y árboles sin retirar”. El entorno del grabado rupestre de Toiriz también están sin acondicionar, y hay farolas en distintos puntos de la parroquia que, pese a estar recién cambiadas y certificadas, ya no alumbran.

Un panel junto al río, semicaido.