Años llevaba reivindicando la comunidad educativa del CEIP Xesús Golmar de Lalín obras pendientes en el centro que, por fin verán la luz a finales de año. El Concello acaba de sacar a concurso el proyecto que comprende la cubrición de la pista deportiva, el parque del alumnado de infantil y la creación de una espacio en la zona de acceso para que el alumnado transportado pueda resguardarse de la climatología adversa. La intervención conjunta se licita por un tope máximo de 295.179 euros y, según el pliego, los trabajos tienen un plazo de ejecución estimado de dos meses.
Según el cronograma, las primeras cuatro semanas se dedicarán a acometer actuaciones previas y será a partir del segundo mes cuando se completen las obras en los mencionados espacios. Las más ambiciosas corresponden a la pista deportiva, que cuenta con una superficie útil de 1.008 metros cuadrados y que una vez rematada esta intervención quedará totalmente cubierta. Es la que se lleva la mayor cuantía del presupuesto total de licitación, una vez que el importe está fijado en más de 151.000 euros. La estructura del patio infantil abarca 225,43 metros cuadrados y estos trabajos fueron valorados en el proyecto técnico en unos 37.3000 euros, mientras que la zona cubierta del acceso al edificio es la que menor impacto económico supone: 6.072 euros para una superficie de 15,57 metros. El resto de los importes se desglosan del siguiente modo: actuaciones previas (6.200 euros), control de calidad (587), gestión de residuos (2.010) y 1.082 en seguridad y salud.
Las empresas interesadas en presentar sus ofertas podrán hacerlo en el ayuntamiento hasta el 3 de septiembre próximo. Teniendo en cuenta cómo transcurren los tiempos administrativos, las obras en el principal colegio público de la cabecera comarcal dezana podrían adjudicarse ese mismo mes. No obstante, el comienzo de los trabajos físicos podría demorarse un mes más en el mejor de los casos pues es preciso formalizar el contrato y atender otros asuntos de orden burocrático. En consecuencia, las nuevas infraestructuras podrían estrenarse hacia finales de año si todo transcurre con normalidad. La memoria del proyecto fue elaborada por el arquitecto Pablo Fernández Villamarín.
Plan municipal
Estas obras acumulan un importante retraso. Después de otras necesidades en el centro, el gobierno cuatripartito había descargado en la Xunta la ejecución de estas demandas, pero la consellería se desmarcó y tampoco se llevaron a cabo con fondos municipales. Semejante intención tenía el ejecutivo actual, que después de valorar cómo encajar la obra, anunció que se acometería, sin concretar plazos. Ya en abril pasado el alcalde, José Crespo, avanzó que formaría parte de un plan de inversiones municipal dotado con casi 2,3 millones de euros (en concreto en el segundo paquete, que plan asciende a 1.065.232 euros). Ahora sale a concurso una actuación necesaria para la comunidad educativa de un centro que supera los 600 alumnos y es el de mayor tamaño del término municipal.
Demora en la reforma integral del de Prado
La reforma del colegio de Prado es una de las principales actuaciones de la Consellería de Educación del último año y las obras habían sido anunciadas para antes del verano. En este caso el inicio de los trabajos va más lento de lo previsto, pero en principio tiene una explicación: administración autonómica y concesionaria formalizaron el contrato el pasado 14 de julio, con lo que evidentemente la obra podía arrancar como mínimo hasta unas semanas después como acontece en muchas ocasiones. Las obras en el Xoaquín Loriga fueron licitadas por 686.793 euros. Además de mejorar las condiciones de la actividad lectiva para el alumnado y el profesorado, el proyecto incide en la cuestión medioambiental, ya que permitirá que el colegio alcance un ahorro energético del 28% en cuanto a consumo y reduzca un 38% las emisiones de CO2. El objetivo inicial era que los trabajos estuviesen listos antes de que acabe el presente año y el alumnado pueda estrenar las nuevas instalaciones en el segundo trimestre del próximo curso 2021/2022. Ahora los tiempos son distintos, aunque ya antes las obras iban a compatibilizarse con la actividad académica.
