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La escasez de viviendas disponibles y la subida de la demanda dispara el precio del alquiler

Hay inmobiliarias con lista de espera | Los principales clientes son profesores y jóvenes foráneos que cursan ciclos o personas recién separadas | La búsqueda más habitual es un piso de dos habitaciones con garaje

Una mujer, ante el escaparate de una inmobiliaria en Lalín. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Es agosto y muchos están pensando ya en el próximo curso escolar. Y no hablamos solo del gasto en libros, mochilas y demás. En las comarcas vivirán durante los próximos diez meses profesores y estudiantes foráneos que pasarán su día a día en los colegios e institutos de la zona. Son, ahora mismo, el grueso de los demandantes de pisos de alquiler, junto a personas que trabajan en bancos, centros de salud y, también, personas que acaban de divorciarse o de separarse.

Reticencia a alquilar

La anterior recesión económica golpeó tan fuerte al sector de la construcción que aún hoy, 13 años después de su estallido, se notan las consecuencias. A Estrada, por aquel entonces, no estaba en el boom urbanístico que tenía Lalín. Así que ahora dispone de menos viviendas vacías. “Normalmente una familia suele comprar vivienda, no alquilarla. Pero si hablamos de alquilar, el más demandado, y el más rentable, es el piso de dos habitaciones” explica Alejandro García, de Habita Inmobiliaria. En Silleda y Lalín sí hay pisos vacíos, pero buena parte de sus propietarios son reticentes a alquilarlos. Bien sea por una mala experiencia anterior, como indican desde Inmobiliaria Costa, de Lalín, o porque temen que en un futuro la vivienda haga falta para un familiar, como apuntan desde Parque 7, en Silleda, donde hay lista de espera para entrar en un piso de arrendamiento.

Y en ambos casos, los alquileres suben por la tremenda escasez de pisos. “Hace años, un piso de dos habitaciones, de entre 80 y 90 metros cuadrados, podía bajar tranquilamente a los 250 euros. Ahora están en 300, y es un precio razonable”, apuntan desde Inmobiliaria Costa. Pero es que ese mismo piso cuesta también 300 euros en Silleda, que en teoría debería tener precios más asequibles que la cabecera comarcal dezana. Pero es tal la demanda de pisos de alquiler que “por un piso de 350 euros el dueño puede pedirte prácticamente lo que quiera”, apunta Parque 7. Y lo curioso de Silleda es que los vecinos disponen de dos cascos urbanos para vivir. Eso sí “quien busca en A Bandeira prefiere quedarse aquí, y la persona que se decanta por Silleda, también la tiene como su primera opción”, añaden, aunque hay casos, menos, en que al inquilino le es indiferente uno u otro casco urbano.

En Lalín, mejor zonas céntricas

No ocurre lo mismo en Lalín. Inmobiliaria Costa recalca que, además de solicitar pisos en alquiler con garaje, los demandantes “prefieren zonas céntricas. Para una familia, por ejemplo, es muy complicado vivir en zonas como A Corredoira” que queda ya en la salida hacia Santiago. En las últimas semanas, esta empresa tuvo jóvenes de O Grove y Sanxenxo interesados en alquilar un piso, ya que el próximo curso realizarán ciclos formativos.

Silleda aún muestra los coletazos de la anterior recesión, por lo que no hay construcción de vivienda nueva. Los pisos vendidos en los últimos tiempos proceden todavía del anterior boom inmobiliario. Y la mayoría son pisos del conocido como banco malo, la Sareb. Hay, también, vecinos que deciden comprar una vivienda para precisamente ponerla en alquiler, en vista del auge de la demanda.

Sin embargo, en Silleda detectan que el precio de venta de la vivienda no subió en comparación con los últimos ejercicios. “Este año, durante el primer semestre, hubo un movimiento más grande en ventas, pero a precios bajos”, añade la citada inmobiliaria trasdezana. No acaba de arraigas en las comarcas una opción intermedia entre el alquiler y la compra de vivienda: el alquiler con derecho a compra. Esta alternativa destina parte del alquiler a la adquisición del piso. Tanto la fecha de esa compra como el precio de la venta quedan fijados ya al comienzo del periodo del alquiler.

Los costes, sin reflejo en el valor de mercado

En los últimos meses, el material de construcción subió un 30%, debido a problemas de abastecimiento de materia prima como la madera, el hierro o el acero. Y sin embargo, este aumento de costes no se refleja en el valor final de las viviendas que están a la venta, como indica Alejandro García, de la firma estradense Habita Inmobiliaria. “En 2010, a la hora de construir, cada metro cuadrado podía hacerse por 700 euros. Hoy no lo cubres por 1.000”, calcula. A estos costes hay que añadir los nuevos requisitos que marca el Código Técnico de la Edificación, como una superficie mayor en las viviendas. A Estrada, ahora mismo, tiene demanda de pisos de alquiler, pero también de pisos para comprar.

Decíamos que la villa estradense no padeció ni el boom urbanístico ni la posterior recesión que casi destroza el sector. El problema radica ahora en que, como no hay viviendas suficientes para vender (ni obra nueva) pues tampoco bajan los precios. Al ser preguntado por si los clientes barajan como alternativa Silleda, Cuntis o incluso Santiago, Alejandro Hermida afirma que “considero que A Estrada es perfecta para vivir. Pero nuestro problema son las comunicaciones”, con viajes que se eternizan por carretera hacia Compostela o hacia Pontevedra. Por eso, A Estrada tiene que pelear con competidores “como viviendas en la zona de El Corte Inglés, de Santiago, que cuestan tanto como aquí”. Eso sí, es difícil que el cliente cambie A Estrada por Lestedo, Cuntis o Trasdeza.

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