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Los carpinteros del Apóstol

La empresa estradense Carpintería Moreira realiza las puertas ornamentadas que se instalarán en la Catedral de Santiago como parte de la reforma de la cripta

Imagen de los trabajadores de la Carpintería Moreira. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La Catedral de Santiago de Compostela vivió a finales del año pasado una apurada contrarreloj pero finalmente se cumplieron los objetivos. El día 30 de diciembre, tras casi una década de trabajos y más de 20 millones de euros en obras, tanto en el exterior como en el interior, el gran símbolo de la capital de Galicia y del Camiño a Santiago reabría sus puertas. Lo hacía recuperando todo su esplendor y a las puertas de un nuevo Año Santo. La basílica santiaguesa, con más de 800 años de historia, abría dos días después la Puerta Santa para prepararse para un año marcado por el COVID pero en el que se esperan igualmente millones de visitantes llegados de todas partes del mundo.

En aquella fecha se realizó una presentación por todo lo alto de lo que se calificaron como las recuperaciones patrimoniales más importantes del mundo. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esos trabajos todavía no finalizaron. Siguen adelante en una de las zonas más importantes y enigmáticas de la catedral, la de la cripta. En esas labores, se ha contado con la experiencia de una empresa estradense. Y es que, a la hora de las puertas que delimitan esta zona de la basílica compostelana, los responsables de la reforma han decidido contratar a Carpintería Moreira, una empresa que ya ha realizado varios encargos para el Cabildo de Santiago a lo largo de los últimos años y que realizó con anterioridad labores similares en otras zonas de la catedral.

Desde la empresa fundada en la parroquia estradense de Moreira en 1984, Luis Prieto, nos habla de este especial encargo por parte de la empresa responsable de la reforma pero nos advierte, no se podrán sacar fotos de las puertas. El motivo es el secretismo que rodea a estas obras. Todas las puertas están ya finalizadas tras muchas horas de trabajo y está previsto que se coloquen a lo largo de esta semana.

Podrán verse cuando se reabra al público la zona. Solo una de ellas quedará a la vista de los visitantes a partir del próximo lunes. Será el gran portón con dos hojas de tres metros de altura y diez centímetros de grosor que da acceso a la cripta. A ella se unen cinco puertas interiores, varios ventanucos y una gran puerta de cuatro hojas con cortaviento superior.

Prieto explica que todas estas puertas han tenido que realizarse partiendo de cero, ya que las instaladas estaban muy deterioradas y era imposible recuperarlas. Para crear estos nuevos elementos para la catedral se ha apostado por madera maciza de irico, “un tipo de madera muy buena para exterior”. “Llevó tiempo hacerlas pero no por las puertas en sí, sino por las complejidades de los detalles. Estas puertas se hacen siguiendo los diseños que marcan los arquitectos y están muy pendientes de todos los detalles. Le dan muchas vueltas y pasan por muchos filtros para que queden como quieren”, explica desde la carpintería.

A pesar de haber realizado ya varios encargos en la catedral compostelana y en otros edificios emblemáticos de la capital de Galicia, Prieto reconoce que siempre es bonito llevar a cabo estos trabajos y de ver en primera persona reformas que permiten ver lo que se esconde tras unas piedras milenarias. En cuanto a su encargo, este le llegó a través de los arquitectos que trabajan en la reforma, que ya conocían su trabajo de ocasiones anteriores. “Cada día queda menos gente que haga encargos de este tipo. Son cosas excepcionales que requieren dedicación. Hoy en día las empresas se van especializando más en otros tipo de trabajos pero no puedes tener a alguien especializado en estos trabajos”.

Creadores de la silla para el Papa Benedicto

La colaboración entre la carpintería estradense y la Iglesia es algo que viene de lejos. Uno de los encargos más importantes que recibieron por parte del Cabildo de Santiago llegó en el año 2010, cuando la empresa de la familia Prieto creó un sillón y dos sillas para los actos que se celebraron en el interior de la catedral compostelana con motivo del viaje que Benedicto XVI realizó a la ciudad del Apóstol en noviembre de 2010. El sillón en el que se sentó el Sumo Pontífice en esta visita se elaboró en madera de mongoy, en líneas sencillas y rectas que conferían elegancia a la pieza. Los tapizados del respaldo y el asiento estaban elaborados en un cuero de tonalidad clara, con reposabrazos y apoyos laterales en los que lucían piezas en latón, un material con el que la silla reforzaba un estilo actual, sin perder de vista la sobriedad. Para llevarlas a cabo fueron necesarias unas 150 horas de trabajo. En estos tres muebles trabajaron dos oficiales y dos barnizadores. Luis Prieto explicó que, tras cumplir su función en la visita del Papa a Compostela, las tres sillas creadas por ellos se quedaron en la Catedral, formando parte de su importante patrimonio de forma permanente. No era sin embargo la primera vez que la carpintería de Moreira realiza trabajos para la catedral compostelana. De hecho, la madera de mongoy utilizada para el sillón que usó Benedicto XVI fue la misma que esta empresa de A Estrada empleó para crear la mesa del altar de este templo. Además, hace más de veinte años esta misma carpintería se encargó de realizar las puertas de la catedral que dan a la mítica fachada del Obradoiro.

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