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Gloria Gamallo Filgueira nn | Hostelera estradense

“Si llegamos a seguir abiertos en este último cierre nos habríamos ido a pique”

El Robert´s Café de A Estrada es una de las muchas víctimas del COVID en la hostelería

Gloria Gamallo, con sus cuatro hijos, ayer, ante el Robert´s Café | // BERNABÉ Bernabé

El Robert´s Café, ubicado en la Praza do Mercado de A Estrada, es una de las muchas víctimas en la hostelería que ha dejado la crisis generada por el COVID en España. Abierto hace siete años en un bajo empleado durante muchos años para locales de la movida nocturna, la cafetería fue el sueño de Gloria Gamallo y su marido Roberto Rodríguez. Cuenta con una familia numerosa al cargo pero también con una larga experiencia en el sector. Sin embargo, la situación de la hostelería, unida a diferentes factores personales, los han llevado a un cierre doloroso.

–¿Qué los llevó a tomar la decisión de cerrar el Robert´s Café?

–Desde hace un tiempo el Robert´s estaba a mi nombre porque mi marido empezó a trabajar con un taxi y es algo que le exige exclusividad. Eso me llevó a mí a ponerme al frente, aunque también estoy trabajando como directora de unos hoteles en Sanxenxo, donde llevo 18 años. Por un lado era algo que se nos hacía demasiado y la cafetería no es algo que me guste. Por otro lado, el propietario del bajo, no solo no nos perdonó el cobro, sino que incluso decidió subirnos el precio mensual. No nos cobró en la cuarentena pero ahora sí. En noviembre por ejemplo tuvimos que pagar íntegro, casi 1.000 euros. Eso, unido a la situación general de la hostelería, ha provocado que no podamos asumirlo. Esto no nos da suficiente para mantener dos empleadas. Antes de que tenga perdidas es mejor cerrar la verja y pasar a otra cosa. Pensamos en coger un hotel pero yo estoy muy cómoda donde estoy, así que decidimos no hacerlo.

–Les dará pena tener que cerrarlo después de tanto tiempo.

–Sí, sobre todo a Roberto. Este bar fue siempre su ilusión. Comenzamos con mucho sacrificio y nos costó sacarlo adelante. De aquella no nos daban nada de ayudas. Fueron mis padres los que nos echaron una mano para montarlo porque hubo que hacerlo entero desde cero. Antes esto era un pub y tuvimos que reformarlo totalmente para empezar. Él siempre fue feliz aquí pero ahora mismo no puede atenderlo bien. Nos damos a todo.

–Esto llega además después de un año muy complicado para el sector.

–Exacto. Además nosotros somos bastantes legales y nunca redujimos sueldos a los camareros y los sacamos del ERTE en cuanto pudimos. Creo que, si abres es con todas las condiciones. A medio juego no. En esta situación no dábamos abierto como nos gustaría.

–¿Les daba pérdidas a final de mes?

–No daba. Diría que estábamos a pré cada mes pero la cosa iba de mal en peor. Si llegamos a estar abiertos en este último cierre nos iríamos a pique porque tendríamos que seguir pagando el alquiler. Cuando haces cuentas y tienes que tirar de ahorros para mantener el bar es mejor cerrar.

–¿Considera que están castigando demasiado la hostelería?

–Bastante, tanto a la hostelería como a los hoteles, por culpa de los cierres perimetrales. Está claro que hay que tomar medidas pero todo el mundo tiene derecho a trabajar. Además, no hay ayudas desde el último cierre. En mi caso, lo último que cobre fue en el mes de diciembre. Si eres tú solo pero si tienes empleados es muy complicado. Esperemos que esto empiece a levantarse ya porque sino habrá muchos que no podrán seguir aguantando.

–En su caso además cuentan con un condicionante, son familia numerosa.

–Muy numerosa y los niños no tiene porque pagar nada de esto. Puedes tirar con el bar pero después puede surgir una necesidad y no tienes como afrontarla. Yo prefiero tener cubiertos a los niños y que nos les falte lo principal. Ya bastante duro es para ellos. Son los principal. Si hicimos esto es por ellos. La tensión, aunque no quieras, siempre la llevas a casa.

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