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Crespo muestra su “satisfacción” por la entrega del legado del Castriño de Bendoiro

Celebra que los materiales estén en el Museo de Pontevedra “después de muchos años requiriéndolos” | Afirma que ahora toca “trabajar” para poner en valor estos bienes

Crespo y Román Rodríguez en una visita al laboratorio del Pazo de Liñares. | // BERNABÉ

El alcalde de Lalín, José Crespo, mostró ayer su “satisfacción” por el depósito en el Museo de Pontevedra de los restos arqueológicos aparecidos en el Castriño de Bendoiro. “Era hora de que la responsable de los trabajos de estudio y catalogación del hallazgo, Pilar Pintos, hiciese entrega de todo el material lítico resultante de la excavación”, apostilló.

El mandatario valoró la información avanzada anteayer por esta Redacción desde el optimismo que supone, tanto que la empresa admitiese semanas atrás que los materiales estaban bajo su custodia, como la posterior reacción de la Dirección Xeral de Patrimonio al forzar la compañía Doa (Desenrolo e Obras de Arqueoloxía SC) a entregar de inmediato el legado en el complejo museístico propiedad de la Diputación provincial. En este proceso fue clave la intervención del propio alcalde. “Es una pena que tuviese que ser después de tantos años y mediante una orden de Patrimonio y no directamente por la finalización de los trabajos por parte de la arqueóloga”. En este sentido, remarcó que no era capaz de entender a qué se pudo atribuir la demora de años en la entrega de los restos aparecidos en esta fortificación durante las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) a su paso por esta parroquia lalinense.

De todos modos, el primer edil entiende que ahora es momento de mirar hacia adelante y comenzar a dar pasos “para poner en valor los materiales del Castriño de Bendoiro, que es uno de los más singulares de la comarca de Deza y de Galicia, al tratarse de un castro doble”, dijo. Crespo Iglesias ya había mostrado su interés porque parte de esos bienes pudiesen regresar a Lalín y ser expuestos en una de las salas de Pazo de Liñares. Para alcanzar ese objetivo será clave la gestión ante el organismo presidido por Carmela Silva. Tampoco se descartaría que la parte de las 30.000 piezas que quedaron sin catalogar pudiesen ser analizadas en el laboratorio del Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) que la Diputación tiene en el inmueble municipal. No obstante, primero habrá que aguardar a que la empresa cumpla con la orden de Patrimonio de entregar la memoria de las actuaciones realizadas, “que esperemos no tarde mucho en llegar porque es una herramienta básica para conocer todos los detalles de los hallazgos y de los trabajos que se realizaron con posterioridad a la excavación.

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