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El Mes do Cocido más inédito

Las medidas impuestas a la hostelería y los cierres perimetrales dan la puntilla a un sector resignado a perder millares de clientes este año | La campaña ya se preveía muy pobre

Turistas en el restaurante Cabanas en una edición anterior del Mes do Cocido. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Los lalinenses y los miles de visitantes que cada año se acercan a la capital dezana para disfrutar de la Feira do Cocido ya se habían hecho la idea que la edición de este año sería inédita: sin muchedumbre en su día grande y tampoco con el trasiego de miles de comensales llenando los restaurantes desde el otoño hasta la primavera. La crisis sanitaria golpeó a la localidad en un flanco que no está ligado ni mucho menos al ocio, sino a uno de sus motores económicos. Hosteleros, restauradores, empresas cárnicas, transformadoras , productores y otros negocios confiaban en salvar los muebles con un Mes do Cocido –en realidad en Lalín se sirve su plato estrella durante casi medio año– de mínimos. Pero no va a ser así.

La escalada de contagios en la que está inmersa la comunidad autónoma propició que el gobierno moviese ficha para tratar de parar la pandemia y una vez más se puso el foco en la hostelería. Tres semanas con la verja bajada –sí está permitido servir cocido para llevar a domicilio– parecen demasiadas para un sector que ya se había resignado a tener la caja medio vacía en esta campaña por la evidente caída en las reservas. Esta sensación ya se respiraba en las calles los últimos fines de semana, cuando, a las puertas del que debería ser el día grande de la fiesta, las mesas vacías de comensales eran demasiadas.

También había repercutido el cierre perimetral de urbes grandes o medianas y solo permitida la llegada de clientes de municipios como Lalín, con un nivel de restricciones moderado. Ahora, ni eso. Las tres semanas en las que restaurantes y bares estarán cerrados por decisión de la Xunta de Galicia para tratar de doblegar la curva, se prolongarán hasta el final de la campaña, cuando San Valentín anuncia la despedida “oficial” de un Mes do Cocido que arranca el 15 de enero.

En las 23 ediciones de una acertadísima iniciativa del Concello para atraer comensales foráneos y por tanto dinamizar la economía local, nunca había acontecido algo así. Los profesionales de la restauración, seguro, habían sido previsores, y tampoco llenaron sus despensas de la amplia selección de alimentos necesaria para elaborar un cocido único, pero tampoco podrán hacerlo.

La protección de la salud está por encima del disfrute con un plato que Lalín elevó a una dimensión insospechada hace más de medio siglo, hasta el punto de ser la primera fiesta gastronómica que alcanzó el reconocimiento internacional. El año pasado Lalín vivió por todo lo alto su día grande del Cocido y este año, a expensas de lo que ordene el virus, la celebración principal será en junio, a la espera de una nueva normalidad que no acaba de llegar que nos permita a todos sentarnos a gozar de este plato sin tener cubierta la boca por una mascarilla entre bocado y bocado.

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