La mayoría absoluta del gobierno de Agolada sacó ayer en solitario las dedicaciones parciales del teniente de alcalde, Óscar Val; el edil de Obras, Pedro García; y el de Benestar Social e Sanidade, Marcos Galego. Los tres nuevos sueldos quedaron aprobados no porque el PP votase en contra, sino porque sus ediles abandonaron la sala antes justo de votar dado que el alcalde, Luis Calvo, acababa de expulsar de la sesión a Carmen Seijas después de tres llamadas al orden.

Pero sí hubo tiempo para cruces de reproches y acusaciones antes del plante. Seijas insistió en que no era momento de fijar nuevos sueldos, dada la situación actual que provocó la pandemia, y su compañera Paula Crespo quiso saber a qué partida se vincularán ya que los presupuestos están prorrogados. El regidor adelantó que están trabajando en los presupuestos del año que viene y explicó que estas dedicaciones vienen motivadas por la necesidad de mejorar pistas y acceso a núcleos, de impulsar el sector cultural y turístico, paralizados por el coronavirus, durante meses, y por la intención de estrechar el contacto con la plantilla de Servicios Sociales y sus usuarios, para conocer de primera mano sus necesidades. Calvo incluso añadió que los propios vecinos animaron al gobierno a asignar nuevos sueldos, en base a su volumen de trabajo, “e incluso están recogiendo firmas para me suba el mío”, además de pensar en rendirle un tributo al nuevo ejecutivo local. Val cobrará 1.300 euros; García, 1.200, y Galego, 600. Calvo percibe en torno a 1.400.

Desde el PP, Seijas calculó que el nuevo gobierno costará sin dietas ni kilómetros 110.000 euros, “y aún tiene promesas sin cumplir, como los 2.500 euros de ayuda a recién nacidos o la subvención para la Escola de Música”. Seijas insinuó que Óscar Val, que también lleva turismo, acabará asumiendo competencias que le corresponden a Concepción Carballal, responsable de Cultura, ya que Calvo mencionó la recuperación de la Mostra de Artesanía. Carballal recalcó que en ningún momento se le recortaron tareas y su compañero de filas, Hilario García, le espetó a los populares que cuando gobernaba Ramiro Varela había meses de dietas de 1.000 euros para el regidor y de otros tantos para su teniente de alcalde.

Las llamadas al orden del alcalde a las dos concejalas del PP y las continuas interrupciones que también le hacía él cuando intervenían derivó en que a los 25 minutos de sesión, Seijas no quisiese retractarse de haber comparado a Calvo con el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Así que el regidor la expulsó del pleno, tras pedirle varias veces que no alzase la voz ni golpease la mesa.

Al menos, sí hubo entendimiento al inicio de la sesión, para fijar como festivos locales el 28 y 29 de junio del año que viene y aprobar la adhesión al Plan de Acción para el Clima. Seijas recordó que el anterior gobierno había conseguido una ayuda para cambiar las luminarias.