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A malos tiempos, buena cara

La estradense Vicky López Valcárcel enseña maquillaje a través de las redes sociales y defiende su alegría para tiempos difíciles

Vicky López Valcárcel, maquillándose en uno de sus vídeos.

Durante la Segunda Guerra Mundial el pintalabios de color rojo se convirtió en todo un símbolo de empoderamiento. Se trataba de elevar la moral. De salir a la calle pensando que una tenía fuerzas para comerse el mundo, aunque este amenazase con desmoronarse a su alrededor. Fortaleza y seguridad son dos bazas importantes en tiempos de crisis. Así lo entendió el gobierno británico de Winston Churchill –consideró los pintalabios como bien de primera necesidad– y así lo defiende la estradense Vicky López Valcárcel, que desde hace más de año y medio muestra prácticamente a diario trucos de maquillaje a todos aquellos que quieran seguir su perfil en redes sociales. Sin embargo, aunque reconoce la fuerza de llevar los labios de color carmín, asume que en un momento como el actual las mascarillas le restan mucho protagonismo, por lo que la fuerza ha de concentrarse en la mirada.

Vicky es administrativa, pero lleva un mes en paro. “No sirvo para estar en casa. Me supera”, confiesa. Su pasión por el maquillaje comenzó siendo ella bien pequeñita, cuando se escondía en el baño para pintarse los labios con las barras de su madre, que terminaban en añicos ante sus ansias de sacar todo el color del envase de una sola vez. Ahora, aprovecha el tiempo del que dispone para sentarse ante el espejo y grabar vídeos con los que desvela a todas las interesadas todos sus trucos de maquillaje.

Aunque la pasión de esta estradense por el sombra aquí sombra allá despertó bien temprano, no fue hasta hace año y medio cuando comenzó a superar su pánico escénico, compartiendo su experiencia en la materia a través de sus redes sociales, principalmente en su página de Facebook. Todo comenzó con un deseo de reclamar su propio espacio. Vicky conoce las maravillas de la maternidad, pero también sabe de sus efectos en la vida social. “Cuando tienes niños la vida social casi se termina. Estaba en un punto en que iba de casa al trabajo, a la guardería y a casa. No tienes tiempo para interactuar con el mundo porque ellos lo absorben todo. Esa horita en que hago los vídeos es mi momento de desconexión y me permite relacionarme con las amigas que tengo por todo el mundo; hacer vida social sin salir de casa y sin perder otras cosas”, relata. Consciente de que todos necesitamos una vía de escape, esta vecina de A Estrada se decidió a hacer del maquillaje y de los vídeos instructivos inspirados en su afición su momento de desconexión.

Un curso de automaquillaje, mucha práctica y el estudio de vídeos enseñaron a esta estradense lo que sabe. Ahora, su intención es guiar a quienes disfrutan con el maquillaje. Ella misma se pinta prácticamente todos los días. Aunque solo salga a dar un paseo por A Estrada, la base y la máscara de pestañas no fallan. “Ya son parte de mí”, confiesa. “Pueden parecer tonterías pero, una vez que te acostumbras a verte, si te falta te da la sensación de que aun estás saliendo de la cama. Con todo, a veces no me pongo nada para que la gente vea que, aunque me maquille todos los días, no tengo la piel machacada”, expone. No obstante, defiende que el truco de un buen maquillaje está precisamente en que no se note, que parezca que uno simplemente va a cara lavada.

Sí hay tiempo

Lo tiene todo calculado y la excusa de no arreglarse porque una no tiene tiempo no va con ella. “Para el día a día son seis o siete minutos”, indica. En ese tiempo se pone una prebase para proteger la piel y para asegurar que la base, a continuación, se extienda mejor. “Es como si vas a pintar algo de madera y no lo lijas”, indica para clarificar el efecto de la prebase para los legos en la materia. Aunque los tonos negros y grises son sus preferidos, a diario no suele ponerse sombra de ojos. Si se pinta los labios lo tiene claro: el rojo. “Te da un subidón. Es un color que me encanta. Vas con la cara lavada y te pones un rojo en los labios y te ves distinta. Es como si te diese energía”..

Aun así, en sus vídeos muestra un poco de todo, desde un maquillaje para el día a día a otros para lucir en eventos y ocasiones destacadas. Apuesta mucho por tonos clásicos, “que la gente pueda usar todos los días” y busca que sus sesiones sean muy fáciles de seguir, incluso para quienes tienen poca o ninguna experiencia en la materia.

Las clases son gratis, si bien esta estradense reconoce, tras haber probado los productos de la firma Younique, que son los que emplea en todos sus vídeos. Esta apuesta le brinda otra salida laboral e ingresos extra, si bien insiste en que no está obligada a comprar stock ni tiene presión de venta. Incide en que para su piel fue una buena decisión, porque estos productos son bases naturales, libres de sulfatos y parabenos.

Vicky López tiene su propia receta para que la mascarilla no se coma el maquillaje. “Para todo hay trucos”, apunta. Son tiempos difíciles y ella apuesta por ponerle la mejor cara para seguir adelante. “Hay que buscar la alegría por algún sitio”, defiende.

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