Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La campaña de ensilado de maíz, entre las de mejor rendimiento de los últimos años

El peso fue superior al del 2019 gracias a las lluvias de finales de verano | El 97% de los terrenos siembran ahora veza y cereales como la avena, que aportan fibra y proteína

Trabajos de ensilado de maíz en una finca de Méixome, en Lalín, este verano. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Contra todo pronóstico, la campaña de ensilado de maíz en las cooperativas dezanas logró salvar los resultados y pasa por estar “entre las de rendimientos más altos de los últimos años”, como indica el presidente de Cobideza, Román Santalla. Como explica su homólogo de la cooperativa O Rodo, José Luis Camiñas, “a principios de agosto la campaña pintaba mal, pero con las lluvias de ese mes tuvimos una cosecha buena de calidad, y sin meter maíz quemado” por el sol.

Las lluvias de finales de verano fueron decisivas para salvar el forraje. Prácticamente desde su siembra en mayo, el maíz estuvo sometido a un estrés hídrico por la falta de humedad. Esto, sumado a las continuas incursiones del jabalí tanto durante la germinación de la planta como al empezar a germinar la espiga, obligó a Cobideza a adelantar la labor de ensilado. A finales de agosto y medio mes antes de lo habitual, las máquinas de la cooperativa comenzaron con la cosecha de forraje, con unos resultados “superiores a los del año pasado, en cuanto a peso”, explica Santalla. “No fue un maíz espectacular en cuanto al tallo”, prosigue, “pero el grano de la espiga sí estaba lleno, y bien curado”. Por lo que respecta a O Rodo, decidió mantener el inicio de campaña en septiembre, como otros años, para asegurarse de que el maíz había madurado lo suficiente.

Tras la recogida del maíz de forraje, uno de los cultivos por excelencia en Deza, las cooperativas preparan ahora los terrenos para pasar el invierno. Santalla calcula que el 97% de las parcelas producirán durante los próximos meses hierba, pero también veza y cereales como avena. “Son variedades que aportan mucha fibra y proteína al animal. De paso, preparan el terreno para la próxima siembra de maíz y aportan nitrógeno al suelo”, explica Santalla.

El sector agroganadero está ahora pendiente de las pautas que marcará la nueva PAC para los próximos seis años. Ya en el periodo 2014-2020 las ayudas de la política agraria de la UE tuvieron en cuenta cuestiones como la base territorial de las explotaciones y la rotación de los cultivos, necesaria tanto para mantener la calidad de los suelos como para garantizar la seguridad alimentaria. En este sentido, el presidente de Cobideza recalca que en la comarca “tenemos buenas prácticas de cultivo con medidas que protegen los suelos durante el invierno” para evitar arrastres de tierra durante las trombas de agua. Para controlar que, efectivamente, las ayudas por rotación de cultivos cumplen su objetivo, la nueva PAC incorporará controles por monitorización. estos controles se llevarán a cabo mediante imágenes satelitales de las fincas. Por eso, es necesario que los agricultores sean muy rigurosos y concretos a la hora de declarar sus cultivos, para que éstos coincidan con lo que figura en las imágenes por satélite.

El jabalí, sin descanso en sus ataques

Los maizales son, con diferencia, las plantaciones que más sufren los daños del jabalí. No solo por convertirse en su alimento, sino también porque la extensión de las fincas le permite al animal refugiarse en ellas cuando se producen batidas. “Si lo atacas en el monte, el jabalí escapa hacia los campos de maíz y al lado de las viviendas, haciendo incursiones en las fincas y buscando un refugio en el monte bajo”, explica Román Santalla. Tras la recogida de esta cosecha, al jabalí no le queda otra que revolver en los campos recién sembrados o alimentarse de castañas y bellotas. Las entradas en las fincas con nuevas siembras son ya habituales también en Rodeiro, como señala José Luis Camiñas. Año tras año, las sociedades de caza completan sus cupos de precintos, piden una, o incluso dos ampliaciones, pero es igual: piaras de jabalíes se instalan en Deza en busca de refugio y alimento. En octubre del pasado, la Xunta incluyó la zona en las áreas de emergencia cinegética, y extendió la temporada de caza hasta el 29 de febrero de este 2020. Desde Unións Agrarias, llevan meses pidiendo que el jabalí sea declarado como plaga.

Compartir el artículo

stats