El grupo de folk estradense Regatos acaba de grabar su primer disco. Cumple así un sueño largamente acariciado. Lo ha cocinado a fuego lento durante más de una década. Pero lo que nunca imaginó, cuando en octubre inició los ensayos previos a su grabación, fue que esta se quedaría congelada cuando ya la tenía a punto de caramelo. Proyectaba culminarla el mismo día en el que se decretó el estado de alarma por el Covid. Unas gaitas que se resistían a ser afinadas y el perfeccionismo del grupo motivó que el proyecto se quedara en recámara todo el confinamiento. Superado este, lo retomó con mimo. El resultado es un disco cuidado, con un sonido de gran calidad, que la formación saca a la venta muy ilusionada. Hacía ya mucho tiempo que sus fieles se lo pedían. Al fin podrán disfrutarlo. Se podrá adquirir en el restaurante Regatos, la gasolinera SPL, el Enredo, O Xarro de Aguións, O Cazador de A Pena do Foxo y la tienda de informática Beep.
Pero, de momento, no habrá concierto. El Covid manda y el sentido de la responsabilidad del grupo también. Si todo discurriese como habían planeado, lo presentarían en la Zona dos Viños. Pero ahora -con el coronavirus repuntando- creen que no es el mejor momento. No habrá concierto al menos hasta marzo.
Regatos se sabe heredero de la música tabernaria y de la Zona dos Viños, donde tuvo su germen el grupo hace más de 25 años. Entonces, José Tato y Martín Dono -los dos únicos integrantes del grupo original que aun continúan- quedaban todos los viernes por la noche con otros amigos para "tomar unos vinos" y terminar la noche tocando unas piezas. "Todos teníamos pasión por la música tradicional pero poca formación", recuerdan. De ahí que decidiesen "que al mismo tiempo que lo pasábamos bien, podíamos asistir a clases de gaita para poder vivirlo de una manera... algo más profesional".
Dicho y hecho. Poco a poco se les fueron sumando conocidos con cierta experiencia en el mundo de la música y decidieron crear el grupo de música tradicional al que daría nombre el riachuelo que pasaba por cerca del lugar de ensayo. Fueron años de curtirse sobre el escenario. Cambiaron el nombre y varias caras de la formación, a la que en 2008 se unirían algunas pandereteiras del grupo Soalla. Así, Regatos -hasta entonces netamente instrumental- pudo incluir en su repertorio algunas piezas cantadas.
A la par, se consolidaba como referente el festival "Folk de Raíz" creado por varios de sus miembros que, años después, también fundarían las "Noites de Raíz". Todo ello en la parroquia para la que José Tato compuso el "Pasodobre de Callobre". Esta y el "Vals para Silvia" (que ideó para su hija y que suma arreglos de Josele)- forman parte del repertorio instrumental de este primer disco, junto a otras piezas como "Loliña" (de Rosendo Mato con arreglos de Marcos Varela) o la versión del "Alalá ós mariñeiros" de Fito de A Roda con arreglos de Tato y Dono. Esta es una pieza cantada, al igual que "Coplas de Rebordelo" ,"Cantar do Arrieiro" y la "Foliada de San Tirso" (las tres tradicionales con arreglos de Montse García-Santamarina y Marcos Varela). Completa el disco "Alalá das Mariñas+ Xota da Guía" de Faustino Santalices y los Irmáns Portela", con arreglos de Varela.
Hoy Regatos lo conforman Martín Carballo (tamboril y shaker), Miguel Calviño (bombo), Emilia Silva (pandereta y voz), Mari Carmen Rodríguez (pandereta y voz), Manuel Brey (adufe y voz), Gabriel Silva (acordeón), Martín Dono (guitarra, conchas y voz), José Tato (gaita, flauta y voz), David Calviño (gaita y voz) y Silvia Taboada (también gaita y voz). Todos ellos ansían vivir sobre el escenario la puesta de largo de su primer disco. Será cuando el Covid lo permita. Mientras, ya sueñan con grabar de nuevo.
