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El aplauso de María y David

Los padres de la bebé sietemesina de Silleda agradecen la labor de sanitarios y personal del CHUS

David y María, ayer por la tarde, con personal sanitario del hospital santiagués.

María y David brindaron ayer su particular aplauso a los sanitarios y demás personal de la ambulancia y del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) que les atendió tras el nacimiento prematuro de su hija. Ainara vino al mundo el jueves pasado en la rotonda situada junto a la entrada de ganado del recinto de la Semana Verde, en Silleda, con su padre como improvisado partero. La pequeña permanece ingresada en la unidad de neonatos.

"Nos dijeron que todavía estará allí alrededor de un mes", comenta María García Vidal, que está deseando poder llevarse a su bebé a casa. Pero Ainara pesa 1,64 kilogramos y tendría que alcanzar, al menos, los 2,4 kilos para recibir el alta médica, según las estimaciones que les facilitaron a sus padres. Así que su hermana mayor, sus abuelas y abuelos y demás familiares tendrán que esperar todavía un tiempo para poder ver, acariciar y besar a la benjamina. Por ahora, solo sus progenitores pueden acceder a verla en la unidad clínica en la que se desarrolla, pero nadie más puede hacerlo.

María García Vidal y David Blanco Couto quisieron hacer un reconocimiento público a todos los trabajadores que les ayudaron desde que se precipitó el alumbramiento. "Quiero agradecerles el trato que nos han dado y los cuidados a la niña", declara la mamá, que no se refiere solamente a doctoras, enfermeras y auxiliares, sino también al personal de la ambulancia o a los guardias del hospital.

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