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Las playas de interior se ajustan la mascarilla

Las zonas de baño fluvial y áreas recreativas varían sus protocolos y aumentan los controles para asegurar que los usuarios cumplan con la nueva normativa y lleven la máscara en todo momento, salvo en el agua y la toalla

Arriba, imágenes de Pozo de Boi (Lalín) y A Carixa (Vila de Cruces) en la tarde de ayer. // Bernabé/Javier Lalín

De interior, sí, pero con playa. Los paseos por la orilla no son exclusivos de las zonas de costa. En las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes hay mucha playa en la que lucir bañador este verano -con o sin los excesos de los tiempos de cuarentena- en la que conviene no olvidar la mascarilla, dejándole un lugar protagonista entre la toalla y el protector solar. Ya no basta con mantener la distancia social. La nueva normativa ciñe más esta medida de protección y obliga a utilizarla también cuando se disfruta de estos parajes. Todavía hay quien no ha interiorizado las nuevas directrices dictadas por la Xunta pero las entidades responsables de estos espacios han adaptado protocolos para que los bañistas se ajusten también en estos enclaves de relax a las necesarias incomodidades de la nueva normalidad.

Las estampas nunca vistas hasta ahora de bañistas con mascarilla se ha convertido en la imagen del endurecimiento de las medidas en la comunidad gallega. Sin embargo, no han de entenderse exclusivas de los enclaves turísticos o con bandera azul. Los rebrotes han de prevenirse, lógicamente, también desde el interior, por lo que no queda otra que acudir a las muchas playas fluviales cumpliendo escrupulosamente la normativa, por el bien de todos. De hecho, la playa fluvial de Liñares (A Estrada) ha variado su reglamento estos días para asegurar que todos los usuarios -ahora muchos más al abrirse por vez primera al acceso de todos los estradenses en el marco del iniciado proceso de municipalización- cumplan a rajatabla las últimas directrices dictadas por la Xunta de Galicia. De este modo, los usuarios de este arenal fluvial han de acceder al recinto llevando puesta la mascarilla y no han de sacársela en ningún momento, salvo en las excepciones autorizadas: cuando se dispongan a pegarse un chapuzón o estén bien quietos en sus toallas, de manera que cada vez que se desplacen o paseen lleven tapados nariz y boca. El reglamento está a disposición de los interesados en la página web municipal y también en poder del socorrista que se encarga de la vigilancia de la zona de baño.

En líneas generales, quienes acuden a las playas fluviales de las comarcas llegan con mascarilla puesta y saben que han de utilizarla si se mueven por la zona, aunque todavía persisten actitudes que delatan que las pautas a seguir no están interiorizadas y que, en muchas ocasiones, se desdibujan. Aunque todavía no hubo denuncias en las principales zonas de baño, sí se reconoce que socorristas y otros vigilantes han de llamar de cuando en vez la atención a grupos de usuarios, que cumplen con no moverse de la toalla cuando van a cara descubierta pero que terminan muchas ocasiones cabeza con cabeza para ver un vídeo en el móvil o seguir una conversación, aun cuando se trate de grupos de personas no convivientes. Está claro que para todo, y más cuando se trate de cambiar formas de vivir, se requiere un período de adaptación.

En Pozo de Boi, la playa fluvial de Vilatuxe (Lalín), Policía Local y Guardia Civil se encargan de realizar visitas al entorno para controlar el uso de la mascarilla, en cumplimiento con la norma vigente. Además de confirmar este aspecto, el concejal Avelino Souto señaló que también Protección Civil realiza vigilancia en la zona e informó de que todavía no fue preciso cursar ninguna denuncia.

Desde A Praíña, en la parroquia de Couso, se reconoce la complejidad que entraña llevar una mascarilla puesta cuando el calor aprieta. Este miércoles el termómetro marcaba los 35 grados en un recuperado paraje a las orillas del Ulla que comienza a ser más playa que nunca y en que todos los días parecen ahora fin de semana. Sin embargo, desde Entre as Pontes, colectivo que trabaja desde hace tiempo en la recuperación de este entorno, se asegura que la mascarilla se está usando en A Praíña, especialmente para acceder al área, para acudir a los baños o hacer uso del chiringuito

En A Carixa, el área recreativa más concurrida de Vila de Cruces,, el Concello colocó cartelería para recordar a los usuarios la normativa sanitaria vigente. La medida se adoptó después de que algunos vecinos se pusiesen en contacto con el ayuntamiento para trasladar su incomodidad con el hecho de que alguna gente se pasease por el entorno sin llevar puesto este elemento de protección. Así lo indicó la edil María del Carmen Silva, que también apuntó que hubo quejas por los perros y avanzó que se colocarán carteles más grandes y llamativos como ejercicio de memoria de las medidas han de mantener en este entorno en beneficio de todos.

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