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Una familia por descubrir

La venezolana Layiber Silva contacta con vecinos de Cereixo para encontrar a los dos hermanos que nunca ha llegado a conocer

Manuel Silva Vázquez emigró a Venezuela en 1957

Casi 7.000 kilómetros separan Galicia de Venezuela, una distancia que Layiber Silva se ha dispuesto a salvar a través de las redes sociales y con la ayuda de los vecinos de A Estrada. Su objetivo es encontrar a sus dos hermanos, a los que nunca ha conocido. Lo hace tirando de las dos únicas cosas que conoce de ellos, sus nombres y apellidos y el lugar donde nació su padre, la parroquia estradense de Cereixo. Tras varios días de búsqueda, la venezolana ya ha recibido las primeras noticias de sus dos hermanos, aunque todavía no ha conseguido dar con ellos.

La historia que relata Layiber Silva desde Venezuela comenzó hace muchos años, en concreto en 1957. En ese momento su padre, Manuel Silva Vázquez, vecino y residente en Cereixo e hijo menor de varios hermanos, hizo las maletas para poner rumbo al país sudamericano. Lo hizo formando parte de una expedición formada por una constructora para trabajar en Venezuela, fruto de un convenio entre países. Silva, maestro de obra, encontraba así en el país sudamericano el trabajo que se le negaba en su tierra.

Una vez en Venezuela, el estradense inició una nueva vida al lado de otra mujer, con la que tuvo dos hijas y posteriormente varias nietas. Durante un tiempo, Manuel Silva se carteó con los dos hijos que había dejado en Galicia, aunque pronto esas cartas dejaron de cruzar el Atlántico y la relación entre las dos partes de la familia se rompieron.

Manuel Silva pasó toda su vida en Venezuela, donde falleció hace diez años. Ahora, su hija Layiber Silva, de 47 años, ha decidido iniciar una relación con los dos hermanos a los que nunca llegó a conocer. Para ello ha utilizado las redes sociales, lanzando a través de ellas una petición de ayuda que ya ha obtenido respuesta desde Cereixo, una de las pistas que tenía sobre ellos. Así, ya sabe que los nombres de sus hermanos son Sofía y José Silva Borrageros, de 68 y 76 años. Layiber Silva recuerda las numerosas historias que su padre les contaba cuando eran pequeños de sus dos hermanos, a los que ahora aguarda poder conocer al fin.

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