La colaboración vecinal fue clave para que un perro labrador, propiedad de unos lalinenses, no acabase ayer en la perrera provincial. El animal se escapó de su vivienda por la mañana y tuvo la suerte de cruzarse en su paseo con una vecina de Lalín, propietaria de otro can, que lo condujo hasta la librería familiar de Alvarellos. Allí contactó con la Policía Local y el Grupo de Emerxencias Supramunicipais (GES). Al no poder leer su microchip con el lector (aunque el animal sí tiene esta identificación), propusieron trasladarlo al CAAN, con sede en Armenteira. Pero la mujer decidió esperar un margen de 24 horas y alojar al animal en una de sus fincas, mientras colgaba en una red social una fotografía del perro y su número de teléfono. Sobre las 13.30 horas los propietarios, conocidos además de esta vecina, contactaron con ella y recuperaron a su mascota. Los vecinos echan en falta un canil en Lalín para custodiar a animales extraviados durante un día o dos antes de enviarlos a la perrera.
